“El feminismo no se trata de hacer a las mujeres más fuertes. Las mujeres ya son fuertes. Se trata de cambiar cómo el mundo percibe esa fortaleza” .G.D. Anderson

El pasado viernes 1ero de noviembre presentamos la serie de videos educativos “Feminismo 101” en la Tertulia Feminista Magaly Pineda. Esta serie explica lo que es el feminismo y diferentes temas en los que se refleja la desigualdad que todavía existe entre hombres y mujeres. Las creadoras y realizadoras de la serie son Virginia Antares, co-coordinadora de la Escuela Política e integrante de Minervas Producciones, y Alexandra Santana y Violeta Lockhart, también de Minervas Producciones, quienes nos contaron sobre el proceso que las llevó a la elaboración de los videos. Con ellas estuvo conversando Riamny Méndez, periodista integrante del equipo de coordinación de la Tertulia y del proyecto de comunicación alternativa Libertarias, quien fue la moderadora de la actividad.

El mismo evento fue un ejemplo de lo mejor de los principios y la práctica feminista. Como siempre hacemos en la Tertulia Feminista, un espacio de debate creado para conversar sobre todo tipo de temas para construir una sociedad basada en la igualdad, organizamos la tertulia con la colaboración totalmente voluntaria de otras feministas e instituciones aliadas. Las tertuliantes o expositoras, igual que hicieron Virginia, Alexandra y Violeta el viernes, muy amablemente nos regalan sus conocimientos y su tiempo y lo mismo hacen instituciones como el Museo Memorial de la Resistencia que de manera solidaria nos prestó el local. De la misma forma, en el equipo de coordinación de la Tertulia conformado por la misma Riamny, Rossy Matos, Angélica Rodríguez Bencosme, Rosalía Piña Vélez y una servidora coordinamos y organizamos cada tertulia haciendo uso de nuestros propios recursos desde que Yildalina Tatem Brache y yo fundamos la Tertulia en mayo del 2016.

Como paso parte del año fuera de RD en mi trabajo como profesora universitaria en California, me conecté por Zoom junto con otras compañeras que estaban también fuera del país o de la ciudad. Es una costumbre que mantenemos desde que tuvimos que hacer las tertulias de manera virtual por la pandemia y que continuamos para hacerlas más accesibles. Mientras yo recogía en mi oficina porque esa misma noche regresaría a Santo Domingo para asistir a una conferencia, Rossy, Riamny, Alexandra, Violeta, Virginia y las compañeras y compañeros que iban llegando iban acomodando las sillas en el salón, probando diferentes lugares para poner la computadora para que viéramos mejor las que estábamos en Zoom y encargándose del montón de detallitos que se necesitan para tener una jornada exitosa. Yo me sonreía viéndoles porque lo hacían con la alegría, el humor y el sentido de colaboración que tanto cultivamos las mujeres y que también ha hecho del feminismo un movimiento social trascendental.

Unos días después, la famosa antropóloga feminista Rita Segato conversaba también sobre esto en la charla magistral que dio en la conferencia de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS) en la UASD; el evento académico internacional para el que regresé al país esta semana. La Segato destacaba que es importante aprender de la forma en que hacemos las cosas las mujeres para reconocer lo que ella llama “una politicidad en clave femenina”. Por ejemplo, decía que “cuando tomamos la calle nos comportamos de forma diferente a los hombres, nos adornamos y celebramos…” y propuso rescatar “un camino festivo y hablar de una politicidad que no es utópica, que cree en la fiesta, que cree en un humor sin víctimas”. También enfatizó que, aunque siempre hay excepciones de mujeres guerreristas y anti-mujeres como la Margaret Thatcher o la Condoleezza Rice, muchas mujeres ejercemos el liderazgo creando espacio para las otras personas. Cuando somos profesoras, por ejemplo, compartimos la autoridad en la clase con nuestras y nuestros estudiantes para que creen sus propias ideas; algo que me tocó de cerca porque es justamente lo que intento hacer en mis clases.

Después de compartir sus propias historias de cómo se acercaron al feminismo, Virginia, Alexandra y Violeta nos presentaron algunos de los videos “Feminismo 101” y conversaron con el público sobre las situaciones que intentaron recoger en cada uno. Por ejemplo, el primero de la serie habla sobre el contexto histórico en que surge el movimiento feminista. El segundo aborda las brechas económicas y la desigualdad salarial entre hombres y mujeres mientras que el tercero explica lo que son las violencias machistas. En el cuarto hablan sobre los derechos sexuales y reproductivos, en el quinto que acaban de publicar abordan la participación política de las mujeres y así sucesivamente. (Para ver los videos vayan a la página de Instagram de la Escuela Política. Duran entre 5 y 8 minutos).

Lamentablemente mucha gente todavía tiene en la cabeza una visión distorsionada sobre lo que es el feminismo y las feministas como se evidenció en la misma preparación de la tertulia del viernes. Muchos de los comentarios en la publicación del periódico Acento compartiendo los datos de la actividad en las redes repetían estos prejuicios e ideas equivocadas. Y no, las feministas no odiamos a los hombres. De hecho, luchamos por un mundo en que los hombres también puedan cambiar y dejar de ser violentos y víctimas de la violencia como ya muchos están haciendo y he planteado en columnas anteriores. Tampoco es cierto que las feministas estamos en contra de que la gente tenga hijos o hijas. De hecho, la mayoría son madres y abuelas y disfruta enormemente de sus familias. Y las que no tenemos, somos tías y madrinas orgullosas y amorosas de la gente joven y los niños y niñas en nuestras vidas. Lo que queremos es que las mujeres que se conviertan en madres lo hagan porque lo desean y que los hombres que se conviertan en padres lo asuman con la responsabilidad que con frecuencia solo le exigimos a las madres.

Además, por más que los detractores del feminismo intenten negarlo, la desigualdad que este movimiento intenta revertir sigue siendo la norma. Incluso instituciones más tradicionales como el Foro Económico Mundial han hecho ver con sus estudios que, al paso que vamos, se llevará más de 100 años llegar a la paridad entre hombres y mujeres. Por ejemplo, las elecciones que tuvieron lugar ayer en Estados Unidos han evidenciado que el ser mujer continúa siendo una razón para no votar por una candidatura para muchas personas, especialmente hombres, que quieren volver al pasado en el que los hombres eran los únicos que tomaban decisiones como les decía en mi columna sobre Kamala Harris y recoge un artículo reciente del New York Times. De hecho, muchos comentaristas y voceros de la campaña de Trump utilizaron a la franca el argumento de que “un hombre de verdad no vota por una mujer”.

Por el contrario, hacer visible y denunciar la desigualdad que todavía existe entre hombres y mujeres y todos los tipos de desigualdad no divide a las familias ni a las sociedades. Lo que las divide y lastima a las personas es ignorar esa desigualdad pretendiendo que no existe. El feminismo fue el primer movimiento social en sonar la alarma y explicar los peligros que esta desigualdad representa para todas las personas. Les invito a mirar los videos “Feminismo 101” para aprender un poco más sobre esta realidad. No se arrepentirán.