Andrea Rizzi*, periodista y analista de geopolítica, nos presenta, en un ensayo de reciente publicación, su análisis sobre la compleja situación global actual. Argumenta que estamos inmersos en una nueva y turbulenta época, a la que denomina la "era de la revancha". Esta revancha se manifiesta en múltiples frentes, tanto a nivel internacional, con el desafío a la hegemonía occidental, como en el interior de las propias democracias, con la polarización social y el auge de los populismos.
El núcleo central del ensayo es la idea de que los resentimientos y las frustraciones acumuladas durante décadas han alcanzado un punto de ebullición. Rizzi identifica dos principales ejes de este fenómeno:
1. La revancha geopolítica: el pulso de las potencias autoritarias
En el ámbito internacional, Rizzi describe cómo el orden liberal establecido tras la Guerra Fría está siendo activamente desafiado. Este desafío no es casual, sino que está impulsado por el deseo de regímenes autoritarios como Rusia y China de revertir lo que perciben como una humillación histórica y recuperar su estatus de grandes potencias.
Rusia, tras la desintegración de la Unión Soviética, busca restaurar su esfera de influencia y su papel en el escenario europeo, lo que se traduce en conflictos y tensiones constantes.
China, impulsada por su crecimiento económico y su poder militar, aspira a un nuevo orden mundial multipolar, en el que su voz y sus intereses sean predominantes, relegando a un segundo plano la influencia de Estados Unidos y sus aliados.
Rizzi sostiene que esta "revancha" no es solo una cuestión de fuerza bruta, sino que también se basa en las narrativas, el control de la información y la promoción de un modelo alternativo al de la democracia liberal, no plutocrático.
2. La revancha social: el descontento en las democracias occidentales
Considera que mientras las élites globales celebraban un mundo de
prósperidad, grandes sectores de la población se sentían abandonados. La globalización, si bien benefició a muchos, dejó atrás a las clases trabajadoras y medias, que han visto cómo se erosionaban sus derechos, sus salarios se estancaban y su seguridad económica se volvía cada vez más precaria.
Este descontento, este sentimiento de traición, ha encontrado su cauce en el auge de los movimientos populistas. Los partidos y líderes políticos capitalizan la rabia y el resentimiento de la población, ofreciendo soluciones simplistas a problemas complejos y fomentando la división. El resultado es una sociedad fracturada, en la que el debate se ha sustituido por la confrontación y la búsqueda de culpables.
Hay una conexión entre estas dos "revanchas". El desafío externo de las que llama potencias autoritarias se nutre de la debilidad interna de las democracias y, a su vez, las tensiones internas en Occidente son a menudo explotadas por actores externos.
El libro concluye que la superación de esta espiral requiere una respuesta estratégica a nivel geopolítico y, también, una reflexión y acción decidida para abordar las desigualdades y los resentimientos existentes en las democracias occidentales.
Las luchas del presente se realizan tanto en la escena internacional como en las calles y los hogares. Esto se puede interpretar como un llamado a pasar de la pasividad a la participación en todas las esferas de la vida social e inclusive utilizando las redes sociales para defender los valores fundamentales que hacen posible una sociedad más orientada al bien común: libertad, igualdad y solidaridad.
*Andrea Rizzi, "La era de la revancha", 2025, Barcelona, Nuevos Cuadernos Anagrama.
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