"Tenga fé… Se padece, pero no se retrocede". (Fragmento de una carta de Bosch al coronel Fernández Domínguez.)
Aceptada por el presidente Juan Bosch la propuesta del coronel Fernández Domínguez, para que en sustitución de él -Fernández- al estar fuera del país, porque el Triunvirato lo había desmovilizado al enviarlo al exterior en un cargo diplomático, le sustituyera el coronel Hernando Ramírez como jefe militar de la conspiración, Bosch ordena a Molina Ureña que le diga al coronel Hernando Ramírez que se ponga en contacto con un sargento, al que le apodan el inglés, que habla varios idiomas y que tenía muy buenas relaciones con el coronel Fernández Domínguez.
Bosch, le enfatiza a Molina: "Ese sargento podrá ser muy valioso para todos ustedes y para todos nosotros". Tan acertada fue la visión del coronel Fernández y del presidente Juan Bosch que ese sargento con otros sargentos, cabos y rasos actuaron unidos en la conspiración, y el 24 de abril bajo la dirección del capitán Peña Taveras, apresaron al general Marcos Rivera Cuesta y de otros altos jerarcas militares destacados en la jefatura de Estado Mayor del Ejército Nacional, el 24 de abril de 1965."
De acuerdo con las instrucciones del profesor Juan Bosch, Molina Ureña le informó a Hernando Ramírez, y cautelosamente éste agotó dos meses para localizar y analizar a este sargento. A este respecto Molina Ureña cuenta lo siguiente: "hasta que un día me dijo que lo mandó a buscar, que le planteó una situación de orden militar y que había calado al hombre. Pero, él, cuando Hernando Ramírez, le preguntó: ¿es a usted quién le apodan el inglés? Dijo: "¡No señor, mi coronel, yo no tengo ese apodo! Una medida de precaución de este sargento". Continúa el Dr. Molina Ureña, relatando su papel y desenlace en cuanto a las instrucciones del presidente Bosch, en el contacto clave con el sargento El Inglés: "Luego, el coronel Hernando Ramírez me mandó a buscar a los ocho o diez días y me dice: “El sargento es el mismo que yo mandé a buscar. Yo salía con un paquete de mi oficina, el sargento se me acercó y me dijo: "Coronel, permítame llevarle ese paquete que yo soy el hombre de quien el coronel Fernández Domínguez ha podido hablarle a través de cualquier persona. Usted puede contar conmigo." Su nombre era Polonio Pierret.
El sargento Polonio Pierret realizó un papel de primer orden, tanto en la conspiración como en los combates efectuados en todo el período de la guerra de abril. En múltiples combates lo hacía sin camisa, destacándose su figura por ser un hombre diestro con las armas y valiente en las acciones militares, así como por su alta estatura, fuerte contextura física y su color moreno. Fue un militar intrépido, como tantos de esos hombres llamado por el presidente Juan Bosch: "Soldados del pueblo y militares de la libertad."
Después de la revolución de abril, fue uno de los guardaespaldas más cercanos del Dr. Peña Gómez.
¡Loor a su memoria!
F.S.
Fuente: Arlette Fernández,
Coronel Rafael Fernández Domínguez, soldado del pueblo y militar de la libertad. Páginas 165-166.