Por reame podemos entender, que se trata de toda acción ejecutada por un Estado o grupo de Estados tendente a fortalecer su estructura militar o mostrar músculos frente a los supuestos o reales enemigos. Con anterioridad  hemos escrito sobre lo que significó para el mundo la puja militar que se produjo durante la denominada Guerra Fría o enfrentamiento entre el Bloque Soviético y el  Occidental encabezado por Estados Unidos.

En el período de referencia se jugaba a quien podía mostrar la mayor capacidad militar o destructiva. No obstante la competencia por demostrar poderío, los soviéticos y norteamericanos llegaron a firmar varios acuerdos relacionados con el control armamentista, quizás muy distinto a lo que ocurre en la actualidad; momento en el cual no existen vías de compromisos para regular el desarrollo de armamentos súper destructivos.

La Comisión Europea en la persona de su Presidenta, la señora Ursula Vander Leyen aparece en la prensa internacional anunciando que la Unión Europea prepara un Ejército propio al margen de la OTAN, aunque dice que seguirán con sus socios de ese bloque militar. La señora Ursula señala que dedicarán alrededor de 800,000 millones de euros para el Ejercito que pretenden crear, en tanto según sus palabras no pueden seguir dependiendo de terceros (Estados Unidos).

Para presentarse  con este plan de guerra los europeos  siguen insistiendo en que lo hacen por la amenaza que representa la Federación Rusa; pero sucede que obvian referirse a la amenaza real que está expresada en las acciones guerreristas de Estados Unidos e Israel, los cuales ciertamente que promueven las guerras en varias áreas del mundo y lo hacen conscientes de que tales guerras representan un gran negocio en el ámbito de la industria militar.

Nadie duda de que el plan de la creación de su propio ejército multinacional se da en razón de que podrían dejar de depender de Estados Unidos en materia militar, pero también porque de esa forma estarían promoviendo un repunte del comercio de armas para esa región. Por eso no es casual que algunos estados del sur europeo muestran cierta reticencia al rearme y aunque no lo rechazan tienden a condicionarlo, como ocurre con España y otros.

Se sabe que el afán por el rearme guarda mucha relación con la situación de guerra entre Rusia y Ucrania o entre Rusia y la OTAN vía Ucrania. En un reportaje hecho por el periodista Carlos Torralba para el medio RTVE Noticias del pasado día 25 de junio se dice que, Los más de tres años de guerra en Ucrania, y la incertidumbre generada con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, están transformando la defensa en Europa hasta convertirla en una estrategia clave. El impulso al gasto militar y a la cooperación entre países, inédito desde la creación del proyecto europeo, progresa, sin embargo, a distintas velocidades. Varios países del sur y el oeste del continente, encabezados por España muestran un ritmo distinto”.

Los países muy próximos a Rusia como Polonia y los Bálticos son los más decididos al rearme, aunque otros como Alemania también se ponen a tono con esta estrategia de rearmarse  o por el supuesto miedo a Rusia. En el caso de Alemania existe su tradición belicosa y donde parece que las 2 derrotas de las guerras mundiales no le sirvieron de enseñanzas; sino que siguen resentidos contra la antigua URSS o Rusia; además de que esto representaría un gran negocio si tomamos en cuenta que es la principal economía de Europa.

El rearme en Europa y otras regiones del mundo resulta una afrenta para los miles de millones de personas que no tienen asegurada su sobrevivencia en ningún plano y muy especialmente en los relacionados con  la alimentación, salud y vivienda. De ahí que una congresista española le enrostraba a la Comisión Europea el hecho de que esa lógica de rearme obedece a su condición de serviles de Estados Unidos y de propagar la existencia de amenaza de guerra, cuando la realidad dice que solo Estados Unidos e Israel están en afán de guerra.

Sobre el Plan de la Unión Europea de creación de su propia fuerza militar, en el medio ya referido, se hacen señalamientos de mucha importancia y se indica que para hablar de todo ello, han entrevistado a Félix Arteaga, investigador principal para Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano, a Alba Leiva, analista de El Orden Mundial, y a Michael Collins, director ejecutivo Américas del Instituto para la Economía y la Paz La Comisión Europea ha lanzado un histórico plan de rearme que busca desarrollar las capacidades defensivas de la UE ante la amenaza de Rusia y la posibilidad de que EE.UU. retire su ayuda militar a Ucrania. Con un presupuesto multimillonario de 800.000 millones de euros, Bruselas pretende impulsar la capacidad de producción de defensa europea y racionalizar el proceso de adquisición de armas. Sin embargo, son muchos los interrogantes que rodean este plan: desde que países participarán en él, cuánto tendrán que aumentar su presupuesto en defensa, cómo se plantea recaudar la multimillonaria inversión necesaria o sus posibles repercusiones a nivel económico y social”

Una de las principales interrogantes que también surge del plan europeo, es aquella de   ¿HASTA QUE LIMITE SOPORTARÁN LAS AMPLIAS MASAS POPULARES DE EUROPA EL CAMBIO DE LA ECONOMÍA CIVIL EXISTENTE HACIA UNA ECONOMÍA DE GUERRA?. Esto tomando en cuenta que el aumento del presupuesto militar trae consigo una disminución en el gasto hacia formas de bienestar social. Como se puede colegir la estrategia del rearme en Europa y otras regiones traerán consigo grandes jornadas de resistencia, debido a que este plan solo beneficiará a los promotores de las guerras y perjudicará a los sectores que sufren a consecuencia de la angurria de las oligarquías que dominan en gran parte del mundo occidental.

Una consecuencia positiva que podría traer el rearme puede ser el hecho de que tal estrategia se revierta en contra de sus patrocinadores y lleve a las naciones hacia una situación de relativa paz, en tanto las masas irredentas hayan ajustado cuentas a sus verdugos neofascistas y neoliberales.

Ángel Veras Aybar

Abogado

Abogado, académico en la UASD, y trabaja en la consultoría Jurídica de la Dirección de Propiedad Industrial

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