Considerada históricamente como la estrella azul del planeta, el larimar es la gema más hermosa que existe en la tierra. Su existencia data de millones y millones de años. Su belleza tiene un valor inmaterial, intangible, inalienable.

No hay piedra más hermosa, de belleza más sutil y sublime que el larimar. Vilipendiada y ultrajada por el capitalismo depredador, su existencia está a punto de desaparecer porque unos agiotistas chinos en colusión con gobiernos y corporaciones criollas han decidido extraerla de manera descontrolada para producir efectos afrodisíacos entre las personas de las élites dominantes de los países de alto consumo humano.

¡Es tiempo ya de parar esa explotación impune de los recursos naturales de la tierra más hermosa! Y sí, el larimar es la piedra nacional del pueblo dominicano. Pero su valor es intangible, subyacente a su propia naturaleza gemática.

Cuando de niña caminaba por las playas, las orillas de los ríos y los arroyos de esta tierra amada, disfrutaba ver el color azul del mar del Larimar, recogía algunas piedritas y me las llevaba a la casa para contemplarlas. ¿Cómo fue que todo eso cambió? ¿Cómo y quién decidió aniquilar las entrañas de las montañas de Barahona para, a riesgo de la vida de jóvenes trabajadores de los pueblos aledaños, desprenderlas como piezas de ajedrez por los vericuetos de esas montañas para depredar sus entrañas en nombre del progreso postcapitalista? ¿Quién pudo hacer eso? Cuáles son los intereses mezquinos que se esconden detrás de semejante barbarie.

¡Basta ya! ¡No más extracción impune del larimar! Las montañas necesitan descansar para regenerarse.

Jacqueline Jiménez Polanco

Doctora en Ciencias Políticas

Doctora en Ciencias Políticas y Sociología, Licenciada en Derecho.

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