En República Dominicana, la solidaridad abunda, pero muchas veces navega sin brújula. Desde fundaciones familiares hasta movimientos juveniles, pasando por empresas con propósito y organizaciones comunitarias, existe una energía social vibrante. Sin embargo, durante años hemos carecido de un diagnóstico claro de quiénes forman parte de ese ecosistema, cómo se organizan, qué causas priorizan o bajo qué condiciones operan. Y como planteé recientemente al reflexionar sobre la confianza como cimiento del impacto social, el desconocimiento estructural impide consolidar alianzas, planificar con visión de largo plazo y articular políticas públicas eficaces.

La filantropía dominicana, que en abril abordamos en su tránsito de la caridad al impacto, necesita ahora un paso más audaz: pasar de la intuición a la evidencia, de las buenas intenciones al diseño institucional. Esa necesidad nos llevó a impulsar, desde AFS Intercultura, el primer Mapeo Nacional del Ecosistema de Apoyo a la Filantropía, con el respaldo técnico de WINGS y el acompañamiento de múltiples aliados. Más que un listado de organizaciones, el mapeo fue una radiografía del momento: encontramos un ecosistema generoso pero fragmentado, lleno de talento, pero sin redes estructuradas, comprometido pero aún invisible para quienes toman decisiones.

Uno de los hallazgos más contundentes fue la ausencia de información sistematizada. No contamos con datos confiables sobre el volumen de donaciones, los flujos interinstitucionales, los incentivos fiscales que funcionan o las zonas del país donde las causas sociales están desatendidas. Tampoco existe una plataforma pública que permita a los actores del ecosistema encontrarse, intercambiar aprendizajes o colaborar estratégicamente. Sin datos, la filantropía avanza a tientas. Y sin mapa, es difícil construir ruta.

Por eso, el mapeo no podía ser un fin en sí mismo. A partir de sus hallazgos y del proceso participativo del Encuentro Nacional de Filantropía, se dio forma a una propuesta concreta: la Hoja de Ruta Nacional para Elevar la Filantropía en República Dominicana (2025–2027). Esta hoja de ruta no es un documento técnico aislado, sino una agenda país construida desde la sociedad civil, con visión intersectorial y metas específicas. Plantea cuatro ejes de trabajo que buscan fortalecer capacidades institucionales, conectar actores, impulsar la producción de conocimiento desde la academia y posicionar la filantropía como un actor legítimo, visible y confiable en la vida pública.

En este punto, resulta clave entender que la filantropía no es un universo paralelo ni un lujo reservado a las élites. Es un canal esencial para que la ciudadanía se exprese, se comprometa y construya soluciones sostenibles. En AFS, desde hace décadas, trabajamos formando ciudadanos globales, jóvenes y adultos con competencias para actuar localmente con perspectiva planetaria. Pero esos ciudadanos globales no pueden ejercer plenamente su rol transformador si no cuentan con mecanismos adecuados para canalizar su compromiso. Un ecosistema filantrópico más fuerte, más articulado y más transparente garantiza más y mejores rutas para ejercer esa ciudadanía activa que tanto promovemos.

El mapeo no podía ser un fin en sí mismo. A partir de sus hallazgos y del proceso participativo del Encuentro Nacional de Filantropía, se dio forma a una propuesta concreta: la Hoja de Ruta Nacional para Elevar la Filantropía en República Dominicana (2025–2027)

La hoja de ruta está en marcha, y su implementación requiere voluntad política, respaldo financiero y, sobre todo, participación sostenida. Para acompañar este proceso se ha conformado la Red Filantropía RD, un espacio de coordinación entre organizaciones de apoyo, academia, empresas y actores públicos. En su sitio web www.redfilantropiard.org puede encontrarse información sobre el diagnóstico realizado, los pilares estratégicos definidos y las oportunidades de sumarse a este esfuerzo colectivo.

Porque si algo ha quedado claro en este proceso es que no podemos transformar lo que no medimos. Pero tampoco basta con medir: hay que actuar. Con evidencia, con alianzas, con visión y con compromiso. Esa es la tarea que nos convoca hoy.

Pablo Viñas Guzmán

Educador, gestor cívico

Pablo Viñas Guzmán es director ejecutivo de AFS Intercultura en República Dominicana, gestor cívico y educador. Desde esa posición lidera programas de intercambio educativo, formación de jóvenes líderes, cooperación intersectorial y participación ciudadana. Es líder de GivingTuesday en República Dominicana y forma parte de su red global, además de presidir la Junta Directiva de Alianza ONG y participar activamente en otros espacios de articulación del sector social. Ha sido consultor y conferenciante en diplomacia pública, educación global, voluntariado internacional y fortalecimiento institucional en América Latina, Europa y Asia. Ha diseñado y ejecutado programas con el apoyo de agencias de cooperación y organismos internacionales, y ha colaborado con iniciativas de la Unión Europea, WINGS y otras plataformas en la consolidación de ecosistemas filantrópicos en el Caribe. Cuenta con formación en Derecho, Negocios Internacionales, Liderazgo Cívico y Diplomacia, y es egresado del Programa Executivo en Estrategia de Impacto Social e Innovación de la Universidad de Pensilvania.

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