Existe un contraste cultural entre las celebraciones de la Cuaresma y el Carnaval. La Cuaresma está concebida como estación religiosa litúrgica cristiana, una etapa de cuarenta días antes de la Fiesta Pascual de la Resurrección del crucificado Jesús, el Cristo. Es el período en que los cristianos recuerdan, de manera especial, la vida, tentaciones y pasión del Nazareno.
El Carnaval, cuya celebración es aceptada en muchos países católicos romanos, es una fiesta o un tiempo de jolgorios. La palabra significa: lavado de la carne. De hecho, el festejo carnavalesco es el último que se desarrolla tres días antes del inicio de la devoción cuaresmal.
Durante la Cuaresma, los fieles cristianos recuerdan, de forma particular, los incontables hechos acontecidos en torno a Jesús Nazareno, basados en los relatos de los Santos Evangelios del Nuevo Testamento, las tradiciones, y actos litúrgicos desarrollados desde hace milenios.
Estas dos celebraciones se llevan a cabo en la República Dominicana; incluso, la época de Carnaval está programada con carácter oficial, y sus actividades coinciden con la devoción de la Cuaresma. Lo que deriva en un verdadero antagonismo o contraste cultural.
La Cuaresma es tiempo propicio para leer, escudriñar las Sagradas Escrituras, y ponderar en los hechos de Jesús el Cristo. Es ideal para explorar, determinar su perfil, comprender su naturaleza, e inquirir en su carácter. Esto podría ayudar a fortalecer la fe, ensanchar la esperanza y profundizar el amor. Ese periodo, tal vez sea oportuno e idóneo para descifrar y adquirir una mejor apreciación de la obra salvífica; por el sacrificio, expiación, y redención del “Hijo del Dios Bendito”.
La Cuaresma es tiempo de repaso para meditar acerca del Señor Jesús, percibir su perfil, naturaleza, carácter, razón de su vida, crucifixión y resurrección. El lapso cuaresmal es apropiado para realizar ejercicios devocionales, que pueden ser una excelente ayuda para mejorar la espiritualidad, para apreciar y expresar gratitud a Dios por las bondades de la redención y salvación de los seres humanos, para el bienestar de los creyentes en Jesucristo.
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