-Porque: Para los problemas y preguntas simples han muerto las soluciones y respuestas simples.

-El que sabe poco, cree saber mucho.
El sabio entiende que siempre puede aprender más. Séneca.

Es posible que en ocasiones provoquemos ronchas frente a la sensibilidad de algunos héroes, heroínas o funcionarios engreídos por el sopor del poder y eso, en realidad, nos tiene sin cuidado, ya que, a lo más que pueden llegar es al pago de cualquiera de esos “lavadores-faranduleros” que, sin pudor alguno, estos “jefes” alimentan sin saber que están amolando el cuchillo para su propia garganta y exprofeso hasta se olvidan el cuento del escorpión y la rana que cruzaban el río, todo esto, para que hagan lo que mejor saben hacer, es decir, difamar.

Por lo demás y a estas alturas del juego, me tienen sin cuidado y si digo esto, es para referirme a la manipulación burda que intentan hacer con estadísticas o encuestas, más manoseadas que cualquier mujer de la vida alegre por los predios de los mercados, en tanto, la cruda realidad se les une y nos come sin piedad. Estos políticos han aprendido, y más dentro de este pueblo, que descubrir o poner en jaque al embustero o “hablador” requiere de cierto arte y que lo difícil en realidad es reconocer la verdad, lo cual, bajo las circunstancias actuales es harto difícil. Es presentar una imagen superpuesta una sobre otra tratando de ocultar lo inocultable, es decir, el desmadre institucional que ya -al parecer- se ha comido hasta los huesos a la Policía Nacional y, aun así, en vez de afrontar el problema, continúan hablando de la preocupación por el bienestar de ese organismo sin tomar en consideración la calidad del servicio que deberían prestar a la ciudadanía.

Son tantas las manipulaciones sobre el tema, que ya se hace difícil, atrapados entre tantas realidades, absurdas acciones y manipulaciones, que, en veces, no se sabe si el Norte sigue en el mismo lugar o ya algún algoritmo lo ha mudado hacia otra dirección. Han sido y son obtusos en aceptar la cruda realidad sobre la situación de ese ente llamado a ejercer el monopolio de la violencia, de velar por el fiel cumplimiento de las leyes y que más bien, por sus acciones, pareciese toda una asociación con autoridad para delinquir y permitir hacerlo.

La humanidad ha tenido grandes pensadores, donde solo ha desaparecido su cuerpo físico, pero, su sapiencia y doctrinas sobre el porqué de las cosas, los mantiene vivos ante los ojos y acciones de los hombres conscientes y libres, no así para los mediocres con ínfulas de héroes, que, en vez de catalogarlos de esa manera, deberíamos de llamarlos; pobres infelices mediocres, pero, peores que estos, ya que a esa cualidad se le agrega, en que, por demás, también tienen iniciativa.

Tomándonos determinado tipo de licencia, podríamos decir que, al parecer, el gran Julio César, y viendo la condición de este cuerpo, llamado a ser del Orden, en vez de haber pronunciado estas palabras hace decenas de años, es como si se encontrase entre nosotros, y haya pronunciado lo siguiente: “Sin entrenamiento no existe el conocimiento, sin este, no existe la confianza, sin confianza la victoria no existe”. ¿Entenderán esto los teóricos? Es difícil, ya que hasta el momento se niegan rotundamente a ver lo que tienen frente a ellos, es decir; indisciplina; mal entrenamiento y peor comportamiento; desconocimiento de sus deberes y derechos y, un desprecio absoluto por todo reglamento o ley que vaya en contra de sus propios intereses.

Al parecer, el hablar de reforma en la policía, se ha convertido en correr tras las sombras de un fantasma y, a la vez, en una especie de enigma que se ha convertido en algo cautivador, no precisamente por querer analizarlo a fondo y buscar las debidas soluciones, si no, más bien, por todos los beneficios espurios que genera para bien de algunos y el perjuicio de todo un pueblo pendejo, que solo observa la avalancha de inmundicias acciones que, en nada favorecen la solución del problema de inseguridad que padecemos una gran mayoría. Así es. ¡Sí señor”

Rafael R. Ramírez Ferreira

General retirado

Mayor General ® E. N. Nacido en Sto Dgo, D.N., Estado civil: Soltero Tres Hijos: Ramfis Rafael; Rissel y Ramsés Funciones desempeñadas: Director General de entrenamiento; Director del J-2, Inteligencia de las FF.AA; Rector del Instituto Especializado de estudios superiores; Presidencia de la Comisión Permanente de Reforma de las FF.AA. Presidente de la Junta de Retiro, FF.AA Vice-ministro de las FF.AA. Inspector General de las FF.A.A Presidente del Consejo Académico Superior de Educación Presidente de la Dirección Nacional de Drogas (DNCD) En la actualidad Asesor Sobre operaciones y estrategia.

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