El munícipe Jorge Luis Báez destacó la trayectoria y el legado del músico francomacorisano Henry Hierro, a quien definió como “un símbolo de esfuerzo, hermandad y pasión por lo nuestro”.
Báez subrayó que la historia de Hierro trasciende los escenarios, convirtiéndose en un ejemplo de amor por la música y por la identidad dominicana.
“Hablar de Henry Hierro es evocar uno de los nombres más respetados y queridos de la música popular dominicana. Su trayectoria está marcada por el talento, la innovación y un profundo amor por el arte”, expresó Báez al recordar al artista fallecido.
A su juicio, Henry Hierro mostró desde joven una inclinación natural hacia la música, participando activamente en la efervescente escena musical dominicana de las décadas de los setenta y ochenta, cuando el merengue alcanzó su máxima proyección internacional.
“Junto a su hermano Willie Hierro, Henry dio un paso determinante al fundar la legendaria Orquesta La Gran Manzana, agrupación que marcó un antes y un después en el merengue urbano y moderno. Su sonido fresco y sus arreglos innovadores acercaron el merengue a públicos más amplios, dentro y fuera del país”, recordó Báez.
Señaló que Henry Hierro no solo fue un intérprete destacado, sino un creador inquieto y un productor exigente. “Su capacidad para reinventarse lo llevó a formar junto a su hermano El Grupo Hierro, una orquesta de esencia familiar que resumía todo lo aprendido en su trayectoria: disciplina, calidad musical y amor por sus raíces”.
Báez resaltó además que el artista se mantuvo vinculado a la música hasta sus últimos días, colaborando con jóvenes talentos y apoyando proyectos culturales.
“Su legado no se limita a los escenarios; se extiende a la inspiración que sembró en quienes lo conocieron y en aquellos que, sin haberlo tratado personalmente, lo admiraron desde sus canciones”, expresó.
Finalmente, Jorge Luis Báez definió a Henry Hierro como “un hombre que vivió para la música, que entendió el arte como un puente para unir voluntades y mantener viva la esencia dominicana”.
“Más que un artista, Henry Hierro fue un símbolo de esfuerzo, hermandad y pasión por lo nuestro. Su historia nos recuerda que el verdadero legado de un músico no se mide solo en éxitos, sino en la huella que deja en el corazón de su pueblo”, concluyó Báez.
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