Este lunes se cumple un mes de la entrada en vigor del alto el fuego entre Israel y Hamás tras dos años de guerra, impulsado por el presidente estadounidense, Donald Trump, y que aún se encuentra en una frágil primera fase marcada por el retorno de la mayoría de los rehenes, los continuos ataques israelíes en la Franja y la incertidumbre sobre los siguientes pasos.
El regreso de los rehenes
Hamás liberó el 13 de octubre a los últimos 20 rehenes con vida que permanecían en Gaza, todos ellos hombres. La liberación se realizó a cambio de unos 2.000 prisioneros y detenidos palestinos.
Los secuestrados regresaron con distintos estados de salud física y psicológica, y retornaron a sus hogares de forma paulatina a medida que recibieron el alta hospitalaria.
Hamás ha ido entregando 24 cuerpos de los 28 rehenes muertos que quedaban en Gaza. El grupo islamista argumenta dificultades logísticas para localizarlos entre los escombros, mientras que Israel le acusa de retrasar deliberadamente su entrega para aplazar el diálogo sobre su desarme, previsto para la segunda fase del pacto.
A cambio de la devolución de los rehenes muertos, Israel ha retornado a Gaza los cadáveres sin identificar de 300 palestinos. Las familias gazatíes han sido capaces de identificar solo a 89, ante la falta de recursos y equipos forenses debido al bloqueo israelí.
242 muertos y 619 heridos en Gaza
Un mes después, el Ejército israelí se ha retirado en Gaza a la conocida como 'línea amarilla', controlando ahora más de la mitad de la Franja.
Continúa abriendo fuego contra civiles que se aproximan a sus puestos. Desde el 10 de octubre, 242 palestinos han muerto por disparos israelíes y 619 han resultado heridos, según el Ministerio de Sanidad gazatí.
Durante la tregua, se han recuperado 528 cuerpos entre los escombros, de los alrededor de 10.000 que se estiman desaparecidos.
Ayuda humanitaria insuficiente
La entrada de ayuda sigue siendo insuficiente. Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en un mes de tregua solo han ingresado 5.420 tiendas de campaña, muy por debajo de las 190.000 previstas en el acuerdo.
Los organismos internacionales calculan que Gaza necesita entre 500 y 600 camiones diarios para abastecer a su población, pero las restricciones israelíes reducen esa cifra a una fracción.
El Ejército cataloga muchos materiales como "de uso dual" (o potencialmente militar), lo que bloquea la entrada de vehículos, repuestos, paneles solares, letrinas móviles, máquinas de rayos X y generadores eléctricos.
Una frágil tregua
En su primer mes, la tregua pasó por dos jornadas en la que se temió su ruptura definitiva, el 19 y el 28 de octubre.
En ambos casos, Israel denunció que militantes de Hamás habían atacado a sus tropas en zonas de Gaza controladas por sus fuerzas, causando un total de tres soldados muertos, unas acusaciones de las que se desvinculó el grupo islamista afirmando que no tenía contacto con sus efectivos en esas áreas.
Como represalia, el Ejército israelí lanzó una oleada de ataques en ambos días que mataron a alrededor de 150 personas, y luego anunció que volvía a instaurar el alto el fuego.
Violencia en Cisjordania
Mientras tanto, Cisjordania vive un repunte de la violencia de colonos y tropas israelíes durante la temporada de recogida de aceituna, considerada la más violenta de los últimos cinco años.
Solo en octubre se registraron 1.584 agresiones del Ejército israelí en la Cisjordania ocupada. La ONU documentó 536 ataques de colonos en ese mes -la cifra más alta desde que inició sus registros en 2013-, incluyendo ataques físicos, quema de campos, destrucción de olivos y restricciones de acceso a los olivares.
Paralelamente, Israel ha licitado este año la construcción de 5.667 viviendas en asentamientos ilegales, un incremento del 48 % respecto al récord anterior, de 2018, que supondría añadir unos 25.000 nuevos colonos a Cisjordania ocupada.
Segunda fase del plan supervisada por EE.UU.
Mientras no se entreguen todos los rehenes muertos, la tregua continúa en su primera fase. La segunda prevé la desmilitarización de Gaza, el despliegue de una fuerza internacional de estabilización y un programa de reconstrucción con apoyo de países musulmanes.
Para coordinarlo, se ha establecido un Centro Cívico Militar Conjunto (CMCC) en el sur de Israel, donde operan unos 200 militares estadounidenses. Según el acuerdo, Gaza será gobernada de manera temporal por un "comité transicional tecnocrático, apolítico y palestino".
Además del propio Trump, que visitó Israel el día de la liberación de los rehenes vivos, varios representantes del Gobierno estadounidense han viajado a la región para supervisar el cumplimiento del acuerdo, entre ellos el vicepresidente, JD Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio.
Cabe destacar que el Parlamento israelí votó solamente a favor de la primera fase del plan, por lo que se anticipan nuevas negociaciones para concretar la retirada militar y los plazos de aplicación de las siguientes etapas.
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