La campaña de la aspirante demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, ha sido blanco de desinformaciones y conspiraciones desde el inicio de su candidatura, con mensajes que le imputan falsas promesas electorales, cuestionan su identidad racial o buscan vincularla con controvertidas figuras como Jeffrey Epstein o Sean 'Diddy' Combs.
Estas narrativas, que los republicanos han amplificado a lo largo de estos meses, han circulado en distintos idiomas, replicándose también en español, según constata el trabajo de Election Exchange, una coalición de verificadores de varios países, entre ellos EFE Verifica, creada con motivo de las elecciones del próximo 5 de noviembre.
La desinformación que cuestiona su identidad
Desde el anuncio de su candidatura, la exfiscal ha sido objetivo de la mayoría de las falsedades que han circulado sobre estos comicios.
Poco después de que Joe Biden la eligiera como su sucesora en la carrera a la Casa Blanca, circuló un vídeo de Harris que se había manipulado para que pareciese que hablaba de forma incoherente, una estrategia que los desinformadores han usado en otros comicios.
Su elección como candidata se tradujo en una rápida subida en las encuestas a expensas del candidato republicano, Donald Trump, quien pronto usó la desinformación contra su nueva rival.
En una reunión anual con periodistas negros, Trump aseguró falsamente que Kamala Harris no se identificaba como mujer negra "hasta hace unos años", lo que generó un sonado debate en redes sociales sobre la identidad racial de la demócrata.
También en estas plataformas se aseguró falsamente que Harris había nacido como hombre, pero, tal y como explicó EFE Verifica, su partida de nacimiento demostraba que al nacer se le asignó el género femenino.
Objeto de recicladas teorías de la conspiración
Asimismo, movimientos conspiracionistas han aprovechado el caso de Sean 'Diddy' Combs, a quien se le imputan tres cargos de crimen organizado, tráfico sexual y trata de personas y quien se enfrenta a diversas denuncias de abuso —entre ella de menores—, para desinformar sobre Harris.
Así, estos contenidos aseguran que la demócrata está implicada en el caso, que ha mantenido una relación con el rapero o directamente la tachan de pedófila, acusaciones que en muchas ocasiones se basan en imágenes alteradas digitalmente con un gran impacto en redes sociales.
Se trata de una teoría que presenta patrones similares a otras teorías de la conspiración, como el 'Pizzagate' que en 2016 se usó contra la entonces candidata Hillary Clinton, o el caso de Jeffrey Epstein para relacionar al Partido Demócrata con una red de trata y abuso de menores.
De hecho, antes de que estallara el caso de ’Diddy', los conspiracionistas ya habían difundido una imagen creada con inteligencia artificial en la que aparecían Harris y Epstein en ropa de baño abrazados.
Asimismo, Elon Musk, quien hace campaña por Trump, compartió sin prueba alguna una imagen en la que se afirmaba que los famosos que apoyaban la candidatura de Harris estaban implicados tanto en los crímenes presuntamente cometidos por ’Diddy' como en el caso de Jeffrey Epstein.
Falsas medidas y citas
Otra de las estrategias de la desinformación que ha rodeado la campaña de Kamala Harris, y que ha buscado diezmar el apoyo a su candidatura, ha consistido en atribuirle falsas medidas o descontextualizar algunas de sus declaraciones.
En septiembre, se viralizó el fragmento de un mitin de Harris de 2019 en el que supuestamente había prometido "confiscar la propiedad privada" cuando, lo que en realidad proponía, era retirar las patentes a las farmacéuticas financiadas con dinero público si se negaban a bajar sus precios.
Del mismo modo, distintos perfiles difundieron que Harris había dicho que cerraría la red social X en caso de ganar las elecciones, una afirmación falsa que se basaba en una entrevista suya descontextualizada.
Una campaña marcada por la desinformación
Las elecciones presidenciales de este año vuelven a verse empañadas por la desinformación, después de que los comicios de 2016 —en los que se demostró la existencia de una campaña de operación rusa en favor de Trump— y los de 2020 fueran objeto de falsedades y campañas de manipulación.
Aunque algunos estudios sugieren que la desinformación no pudo ser crucial en la cita electoral de 2016, las teorías de fraude electoral que surgieron tras la derrota de Trump en 2020 derivaron en el grave episodio del asalto armado al Capitolio.