Este miércoles 6 de agosto, el presidente Emmanuel Macron ordenó restricciones más radiceles a los visados de diplomáticos argelinos, intensificando la disputa diplomática por la negativa del país del norte de África a aceptar ciudadanos deportados. Una medida que se produce en un contexto de deterioro progresivo de las relaciones entre los dos países.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, solicitó a su gabinete que endureciera los requisitos de visado para los diplomáticos argelinos, ante la escalada de la disputa sobre la deportación de ciudadanos de la nación del norte de África.
En una carta dirigida a su primer ministro, François Bayrou, a la que tuvo acceso Reuters, Macron afirmó que las crecientes dificultades que Francia enfrenta en materia de migración y seguridad con Argelia exigen una postura más firme contra la antigua colonia de su país.
Asimismo, el jefe de Estado solicitó al ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, que notifique oficialmente a Argel de la suspensión de un acuerdo firmado en 2013, que eximía de la obligación de visado a los titulares de pasaportes diplomáticos y oficiales.
Además, solicitó al Ministerio del Interior de Francia que solicitara a los países del espacio Schengen, que permiten la libre circulación entre sus fronteras, que ayudaran a Francia a aplicar una política de visados más estricta, en particular consultando al país galo sobre la emisión de visados de corta duración para los funcionarios argelinos en cuestión y los pasaportes cubiertos por el acuerdo de 2013.
"Francia debe ser fuerte e inspirar respeto. Solo podrá obtenerlo de sus socios si les muestra el respeto que les exige. Esta regla básica también se aplica a Argelia", afirmó Macron.
Nerviosismo creciente en la relación entre Francia y Argelia
Las relaciones entre París y Argel se han deteriorado desde que el Elíseo reconoció en julio de 2024 la soberanía de Marruecos sobre el territorio disputado del Sáhara Occidental, una zona que Rabat pretende que la comunidad internacional reconozca como suya.
La tensión aumentó tras la detención por parte de Argelia del autor franco-argelino, Boualem Sansal, en noviembre pasado.
Las diputas llegaron a un punto crítico en febrero de este año, cuando un ciudadano argelino, a quien Francia llevaba tiempo intentando repatriar sin éxito, fue arrestado como sospechoso de una ataque perpetrado arma blanca en la ciudad de Mulhouse, que causó la muerte de una persona y dejó tres heridos.
El ministro del Interior de Francia, Bruno Retailleau, ha pedido reiteradamente la revisión de los acuerdos francoargelinos en materia de migración y visados tras la negativa de las autoridades de Argel a readmitir a sus ciudadanos, a quienes se les ha ordenado abandonar el territorio del país europeo bajo la legislación de deportación "OQTF" (obligación de abandonar el territorio francés).
Con AFP
Compartir esta nota