En un nuevo encuentro en Estambul, Washington y Moscú buscan restablecer sus vínculos diplomáticos sin abordar el conflicto en Ucrania. Mientras tanto, persisten los intercambios de ataques con drones entre las fuerzas rusas y ucranianas en el territorio en disputa.
Ni Ucrania ni la normalización plena de las relaciones diplomáticas estarán en la agenda de la reunión de este jueves entre Rusia y Estados Unidos en Estambul (Turquía).
Los países mantendrán conversaciones por segunda vez en Estambul solo para normalizar el trabajo de sus misiones diplomáticas, pero eso no significa la normalización de la relación bilateral en general debido a la actual guerra en Ucrania, que ha desencadenado el mayor enfrentamiento entre Moscú y Occidente desde el apogeo de la Guerra Fría.
Tras años de disputas, acusaciones mutuas de intimidación e incluso la congelación de bienes diplomáticos, la misión de este encuentro es el restablecimiento de las misiones diplomáticas entre Moscú y Washington de manos del nuevo embajador de Rusia en Washington, Alexander Darchiev, y la subsecretaria de Estado adjunta, Sonata Coulter, quienes conversarán en Estambul, informó el ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
"Ucrania no está, en absoluto, en la agenda", declaró el martes Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Las dos potencias nucleares se enfocarán en las operaciones de las embajadas, porque tanto Moscú como Washington se han quejado en los últimos años de las dificultades para obtener credenciales para sus diplomáticos, lo que dificulta enormemente el funcionamiento de sus embajadas.
Rusia ha afirmado que incluso pagar a los diplomáticos se ha vuelto difícil debido a las restricciones occidentales, mientras que los diplomáticos estadounidenses afirman que sus movimientos están restringidos en Rusia. Ambos países consideran que han sido objeto de hostigamiento diplomático.
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Entre sus problemas se encuentra también la propiedad diplomática. Washington ha restringido seis propiedades rusas, incluyendo la finca Killenworth en Long Island, la dacha Pioneer Point en Maryland, los consulados rusos en San Francisco y Seattle, y las misiones comerciales en Washington y Nueva York.
Desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, las negociaciones ruso-estadounidenses han tenido lugar mayormente en la capital saudí, Riad, y solo en una ocasión, a finales de febrero, transcurrieron en Estambul.
"La normalización de la relación bilateral en general, solo podrá lograrse, como hemos señalado, una vez que se alcance la paz entre Rusia y Ucrania», subrayó Bruce.
El Kremlin aseguró que Washington aún no ha respondido a las inquietudes rusas en materia de seguridad, lo que impide la declaración de un alto el fuego por tierra, mar y aire.
Por el momento, Rusia ha rechazado un cese de las hostilidades y únicamente declaró el 18 de marzo una tregua de 30 días a los ataques contra la infraestructura energética, a la que se sumó una semana más tarde Kiev.
La guerra de drones entre Rusia y Ucrania se mantiene
Mientras tanto en la guerra en Ucrania, el jueves en la mañana, la Fuerza Aérea ucraniana informó que Rusia lanzó 145 drones durante su ataque nocturno, de los cuales 85 fueron derribados y otros 49 no alcanzaron sus objetivos, probablemente debido a las contramedidas electrónicas. No especificó qué sucedió con los 11 drones restantes.
Por su parte, el ministerio de Defensa de Rusia, en su canal de Telegram, aseguró que las defensas antiaéreas rusas derribaron anoche y esta mañana 49 drones de ala fija ucranianos sobre siete regiones, incluida la anexionada península de Crimea.
En la región fronteriza de Briansk fueron destruidos 13 drones, mientras otros 12 aparatos no tripulados fueron abatidos en Kaluga, provincia limítrofe con Moscú. Además, neutralizaron 14 drones enemigos en Kursk, 4 en Bélgorod, otros 4 en Crimea, así como uno en Oriol y otro, en la región en Moscú, lo que obligó a cerrar brevemente uno de los aeropuertos capitalinos.
La víspera, Moscú acusó a Kiev de violar la tregua energética, acordada en marzo con mediación de EE. UU., al golpear la estación de bombeo del gasoducto Turk Stream, que une Rusia con Turquía a través del mar Negro, y está situada en la región sureña de Krasnodar.
Con Reuters y EFE
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