Días antes del tercer aniversario de la invasión a gran escala de Rusia, los ucranianos están tan abatidos y tensos como lo estaban justo antes de que Moscú iniciara la guerra. Solo que ahora, no solo están preocupados por su enemigo habitual.
La sorprendente nueva amenaza de Ucrania viene del que había sido su aliado más firme, Estados Unidos, cuyo apoyo parece estar desvaneciéndose a medida que su presidente, Donald Trump, repite la propaganda de su homólogo ruso, Vladímir Putin, al tiempo que promete poner fin a la contienda.
Después de la sorpresa inicial ante las falsas afirmaciones de Trump esta semana de que Ucrania está dirigida por un “dictador” que inició la guerra con Rusia, el pueblo ucraniano se está uniendo en torno a su desafiante presidente, Volodímir Zelenski, quien criticó públicamente al mandatario estadounidense por promover la “desinformación” rusa.
“Se siente como si todo el mundo estuviera en nuestra contra”
“Sí, no es un presidente perfecto, pero no es un dictador”, afirmó Kateryna Karaush, una técnica de 25 años de Kiev que, como muchos de sus compatriotas —e incluso algunos republicanos en el Congreso estadounidense—, trata de entender el abrazo de Trump a Rusia, que supone un cambio drástico en la política exterior de Washington.
“Se siente como si todo el mundo estuviera en nuestra contra”, agregó Karaush.
Contra todo pronóstico, los ucranianos –con el masivo apoyo militar de Estados Unidos– han evitado que Moscú se apodere de su país, aunque alrededor de una quinta parte está ahora está bajo control ruso.
Pero después de tres años de guerra, tanto la población civil como los soldados están exhaustos. Cientos de miles de personas han muerto o resultaron heridas, decenas de miles están desaparecidas y millones han huido del país.
Los ánimos se tornaron aún más sombríos en los últimos días, ya que Trump ha manifestado su deseo de poner fin rápidamente a la lucha en términos que Zelenski y muchos en Occidente consideran demasiado favorables para el Kremlin.
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"Solo los ucranianos tienen derecho de juzgar actuación" de Zelenski
Después de que Trump llamó a Zelenski “dictador” —por demorar legalmente las elecciones el año pasado— y aparecían reportes sobre la reunión mantenida por funcionarios estadounidenses y rusos en Arabia Saudí para discutir un posible alto el fuego sin la participación de Kiev, incluso algunos de los críticos más acérrimos del presidente en Ucrania han comenzado a defenderlo.
“Podemos tener diferentes opiniones sobre Zelenski, pero solo los ciudadanos ucranianos tienen derecho de juzgar su actuación”, señaló Yaroslav Zhelezniak, legislador del partido opositor Holos. “Y también de criticarlo públicamente, porque, al final, él es nuestro líder electo”.
"Tenemos un presidente al que apoyamos. Durante la guerra, estamos unidos"
Las duras palabras de Trump hacia Zelenski le van valido las críticas de demócratas e incluso de algunos republicanos en el Congreso, donde la defensa de Kiev frente a Moscú — con decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar— ha recibido apoyo bipartidista. Pero el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, reprendió a Zelenski por advertir públicamente a Trump sobre caer en la desinformación rusa.
Las crecientes tensiones llevaron a la cancelación el jueves de una conferencia de prensa posterior a la reunión entre Zelenski y el enviado de Trump a Ucrania sobre cómo poner fin a la guerra.
Una encuesta publicada el miércoles por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev situó la confianza pública en Zelenski en un 57%. La encuesta se realizó entre el 4 y el 9 de febrero entre 1.000 personas que viven en regiones y territorios controlados por el gobierno ucraniano.
“Tenemos un presidente al que apoyamos. Durante la guerra, estamos unidos”, dijo Larysa, una residente en la ciudad nororiental de Járkiv de 52 años, que se negó a dar su apellido por razones de seguridad.
La ruptura política con Washington se produce mientras las fuerzas ucranianas, superadas en número y armamento por las rusas, tienen cada vez más problemas para contener los avances lentos pero constantes del Ejército rival.
Hablando desde el frente, algunos soldados ucranianos dijeron que aún no habían entrado en pánico y que no estaban listos para rendirse.
“Incluso si no recibimos armas suficientes o si se recortan los fondos, eso no cambia nuestro deber (de luchar)”, dijo un oficial ucraniano que habló bajo condición de anonimato de acuerdo con las reglas militares. “¿No hay proyectiles? Tomaremos rifles. ¿No hay rifles? Agarraremos palas”.
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Trump se alinea cada vez más con la retórica de Putin
El miércoles, Trump repitió uno de los argumentos frecuentes de Putin, afirmando que Zelenski, cuyo mandato expiró el año pasado, debe celebrar elecciones. Pero la idea tiene poco apoyo dentro de Ucrania, incluso entre los políticos de la oposición, que reconocen el derecho del mandatario a posponer los comicios debido a la guerra.
“Las elecciones no son necesarias en este momento porque solo deberían llevarse a cabo cuando conozcamos el marco de un acuerdo (de paz) con Rusia”, indicó Volodymyr Ariev, un legislador del partido opositor Solidaridad Europea. “Celebrar elecciones ahora solo beneficiaría al Kremlin, dividiendo aún más a los ucranianos e instaurando a un nuevo presidente que podría firmar un acuerdo favorable a Moscú”.
Mykhailo Podolyak, asesor de Zelenski, dio una razón más para demorar cualquier votación hasta que haya paz: Rusia podría intentar interferir en un proceso electoral que ya de por sí enfrentaría desafíos significativos.
Millones de ucranianos desplazados que viven en el extranjero tendrían dificultades para votar, sin mencionar a los cientos de miles que residen en territorios ocupados por Rusia, cuya capacidad para participar sería prácticamente nula.
Alrededor de 800.000 ucranianos sirven actualmente en las fuerzas armadas, lo que dificulta que puedan votar sin debilitar al ejército. Y quienes están combatiendo no podrían presentarse a cargo, un derecho garantizado por la ley ucraniana.
“Celebrar elecciones antes de que se firme un acuerdo de paz con garantías de seguridad sería devastador para Ucrania”, aseguró Valerii Pekar, profesor en la Escuela de Negocios Kiev-Mohyla. “Estados Unidos y Rusia están ahora unidos en la promoción de la idea de ‘elecciones primero, luego paz’, que es la forma más rápida y económica de llevar a Ucrania a la ruina”.
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