El inicio anticipado de la temporada regular se juega en el Tokyo Dome el 18 y 19 de marzo, con los campeones de 2024 enfrentando a los Cachorros. Además del estelar Shohei Ohtani, habrá otros cuatro nipones en acción. Dos de los mejores lanzadores de las Mayores estarán cara a cara, y el mercado asiático sigue siendo parada obligada para el béisbol de Grandes Ligas.
Yoshinobu Yamamoto abrirá por los Dodgers y Shota Imanaga lo hará por Chicago. Roki Sasaki está listo para debutar con Los Ángeles en el segundo partido, y los bateadores designados serán Shohei Ohtani con los monarcas y Seiya Suzuki por los Cachorros, una alineación de astros suficiente para hacer florecer antes de tiempo los cerezos en Japón.
Con Ohtani como bandera, el béisbol nipón está viviendo un momento estelar en todos los frentes. Japón fue campeón olímpico en Tokio 2020, ganó el Clásico Mundial tres años después y tiene más talento que nunca en los campos de las Mayores. Así que jugar en los diamantes nipones era una elección obvia para los Dodgers, que el año pasado abrieron su temporada en Seúl.
Japón es la capital del béisbol
Esta serie marcará la sexta vez desde 2000 que se juegan partidos de temporada regular en Tokio, como parte de los esfuerzos para ampliar el alcance global de la pelota estadounidense, pero será la primera en seis años.
En esa última ocasión, los Marineros de Seattle de Ichiro Suzuki enfrentaron a los Atléticos de Oakland en 2019. Y para muestra del gran momento del béisbol nipón, seis años después, Suzuki acaba de convertirse en el primer jugador de ese país elevado al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
Es tan perfecta la conexión nipona que hasta el mánager de Los Ángeles, Dave Roberts, estará como en casa, porque nació en Okinawa, de padre estadounidense y madre japonesa, y espera que la familia que aún vive en su isla natal se desplace a la capital para apoyar, como casi todo el país lo hará, a los Dodgers.
Y es que Shohei Ohtani se ha convertido en la cara visible del béisbol no solo en el Lejano Oriente, sino en el mundo entero. Selló un 2024 mágico, que incluyó el título de la Serie Mundial ante los Yankees de Nueva York, el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional ganado de manera unánime y la apertura del club de los 50-50: 50 jonrones y 50 bases robadas en la misma temporada, algo nunca visto en las Mayores.
Hoy son 81 los jugadores japoneses firmados para algún equipo de Grandes Ligas, una cifra sin precedentes que tiende a crecer, con impulsos como los tres títulos que la selección nacional ha conseguido en el Clásico Mundial.
Esta vez el foco estará solo en el diamante, a diferencia de la serie en Seúl, que terminó empañada por los hallazgos del pago de apuestas deportivas desde la cuenta de Ohtani, por el que finalmente fue imputado su intérprete Ippei Mizuhara.
Los juegos se disputan mientras el resto de los equipos todavía está transitando los entrenamientos primaverales, pero serán válidos como parte de la campaña de Dodgers y Cachorros, que después de esta serie tendrán suficiente tiempo para aclimatarse a los husos horarios estadounidenses, antes de que se dé oficialmente la voz de ‘play ball’.
Los campeones blindados para el debut
Si los Dodgers de Los Ángeles eran candidatos hace un año cuando enfrentaron a los Padres de San Diego en Seúl, ahora lo son mucho más, luego de una temporada baja en la que se reforzaron con fichajes estelares.
Uno de ellos fue Roki Sasaki, la joya del mercado de prospectos internacionales, que será el abridor del segundo juego, en su debut con los dueños de la Serie Mundial. Otro fue Blake Snell, dos veces ganador del Cy Young, el premio a los mejores lanzadores de cada liga.
Ohtani se presenta en un periodo crucial, cuando se prepara para retomar con los Dodgers su doble función de pícher y bateador.
En la serie contra los Cachorros, únicamente bateará, porque su debut en el montículo se planifica con el cálculo paciente propio de la cultura de su país, y se espera recién para mayo, cuando debería estar recuperado de las operaciones de codo primero, y luego también del hombro dislocado en un intento de robo en el segundo juego de la Serie Mundial.
Su compañero Yoshinobu Yamamoto, por el que los Dodgers pagaron 325 millones de dólares de cara a la campaña pasada, fue apaleado por los Padres el año pasado en su debut en Seúl, pero el lanzador que se presentará esta vez ante Chicago es uno ya curtido y consagrado.
Yamamoto terminó la campaña regular con siete victorias y dos derrotas, efectividad de 3.00 carreras limpias por cada nueve episodios lanzados y 105 ponches, además de ganar de forma convincente el segundo juego de la Serie Mundial.
Los Dodgers tienen inactivo en este momento a uno de sus pitchers estelares y jugador insignia, Clayton Kershaw, que acaba de firmar para una decimooctava temporada consecutiva con los Dodgers, y se recupera de una operación de meniscos. Tampoco jugará y Mookie Betts, que viajó enfermo con lo que parecía una gripe y aún no mejora. Su puesto en el campo corto será ocupado por el venezolano Miguel Rojas.
Cachorros inspirados por Imanaga
Tan decisivo como Yamamoto para los Dodgers ha sido Shota Imanaga en el montículo de los Cachorros. El zurdo ganó 15 aperturas y cedió solo tres veces en su primer año con Chicago, con efectividad de 2.91 y 174 ponches.
La rivalidad entre estos dos hombres marcará la primera vez en la historia que dos lanzadores japoneses se enfrenten en un juego inaugural de Grandes Ligas, una ocasión que Imanaga destaca como el momento más importante de su carrera.
No es, sin embargo, el primer cara a cara. En septiembre de 2024, Imanaga fue el ganador frente a Yamamoto, luego de permitir tres carreras en labor de siete episodios, mientras que su rival de los Dodgers solo admitió un indiscutible en cuatro entradas, pero no fue acompañado por la ofensiva.
Para enfrentar a Sasaki en el segundo juego, los Cachorros confían en otro zurdo como Imanaga, Justin Steele, que intenta el camino de la consolidación luego de un 2024 plagado de lesiones, en el que estuvo tres veces en la lista de incapacitados.
Imanaga y el otro gran astro nipón de Chicago, Seiya Suzuki, mantuvieron en vilo al mánager de Chicago, Craig Counsell, al cortar juntos un atún para agasajar a sus compañeros tras la llegada a Japón, pero ahora el bateador designado espera que su aporte vaya más allá de su labor como esmerado anfitrión.
Mientras los Dodgers de Ohtani llegaban a Tokio ocultos del asedio de los aficionados, los Cachorros de Imanaga y Suzuki realizaron un entrenamiento abierto ante 10.000 fanáticos, como anticipo de la acción del 18 y el 19 de marzo.
Suzuki viene de una temporada con .283 de promedio de bateo, con 21 cuadrangulares, 73 carreras remolcadas, 16 bases robadas y 27 dobles.
A partir de este año, podría consagrarse definitivamente al bateo como designado, porque la firma de Kyle Tucker —líder de impulsadas en la Liga Americana en 2023 cuando jugaba con los Astros de Houston— ha traído un nuevo dueño a los jardines de Chicago.
Otras caras nuevas del equipo serán el cerrador Ryan Pressly, que lanzó dos juegos sin hits ni carreras combinados en 2022 con los Astros, y el joven prospecto Matt Shaw, que hizo suficientes méritos en los entrenamientos primaverales para ganarse un puesto como tercera base.
Chicago extrañará al lanzador derecho mexicano Javier Assad, afectado por una distensión muscular, y al segunda base Nico Hoerner, Guante de Oro en 2023, operado del tendón flexor en el descanso entre temporadas.
Pero, ¿quién piensa en figuras de otras latitudes cuando hay cinco japoneses para animar la fiesta de las Grandes Ligas en Tokio?
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