Jenni Hermoso apelará sentencia a Rubiales que lo absolvió de coacción tras beso no consensuado

La sentencia contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, por agresión sexual no ha cerrado el caso. Tanto Jennifer Hermoso como Rubiales anunciaron que apelarán la decisión del juez, que impuso una multa, pero descartó la prisión. La Fiscalía y la Asociación de Futbolistas Españoles también recurrirán el fallo, al considerar que las coacciones denunciadas no fueron tomadas en cuenta.

Tras la sentencia, descontento en ambos bandos. Tanto Jennifer Hermoso, jugadora española, como Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) aseguran que apelarán la decisión del juez del jueves 20 de febrero.

El fallo condenó a Rubiales a pagar unos 10.800 euros (20 euros al día durante 18 meses) por haberle propinado en un beso sin consentimiento a la deportista luego de la final del Mundial 2023, en el que España se llevó el título.

Según 'RTVE', —que citó al equipo jurídico de la jugadora— Hermoso leyó la sentencia y después tomó la decisión de apelarla.

El medio de comunicación también cita a su abogado, Ángel Chavarría, quien previamente aseguró que el punto clave de la sentencia es que Rubiales sí fue “condenado por agresión sexual” y señaló que Hermoso tomaría la decisión más adelante.

Por el lado de Rubiales, el jueves su equipo también comunicó que recurrirá la sentencia del Juzgado Central Penal. El expresidente señaló que “seguirá peleando”. 

Además, parece inminente que la Fiscalía apelará la decisión del juez, aunque hasta el momento no la ha presentado. 

A la ecuación también se suma la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que también anunció que recurrirá la sentencia. Esto, pues se solicitaba una pena más alta y que se tuviera en cuenta las supuestas coacciones a las que habría apelado Rubiales y otros funcionarios de la Federación para que Hermoso publicara un video exculpando al expresidente de la RFEF. 

Según publicó la cadena SER, citando a El Larguero, María José López, abogada de AFE, asegura que no comparte la opinión con el juez de que “no hubo intimidación ni violencia en las coacciones de Rubiales y el resto de sus colaboradores de la RFEF”.

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¿Qué dice la sentencia?

En primera medida, la sentencia del juez José Manuel Fernández Prieto señala que se otorga “plena credibilidad” a Hermoso al concluir que el beso que le propinó Rubiales fue sorpresivo y sin consentimiento. También alude a la “connotación sexual” de este acto y, por ende, hubo una condena por agresión sexual.

El juez asegura que una agresión sexual siempre es “reprochable”, pero considera que fue una que se llevó a cabo con “menor intensidad” al no tener un aspecto de intimidación ni tener la víctima “anulada su voluntad”.

La condena estipula una multa de 10.800 —y no una pena de prisión, como se había pedido por la Fiscalía— y una indemnización de 3.000 euros por daños morales a la jugadora. Además, prohíbe a Rubiales de estar a menos de 200 metros de Hermoso y también establece que no la puede contactar durante un año. 

Sin embargo, se descartaron los delitos por coacción por los que también se le avisaba a Rubiales y a tres ex altos cargos federativos: Jorge Vilda, exentrenador del equipo; Albert Luque, exdirector de la sección masculina, y Rubén Rivera, el responsable de marketing de la Federación. En este sentido, el juez consideró que las presiones ejercidas sobre la jugadora y otros testigos no alcanzaron el nivel necesario para ser consideradas como tal bajo el Código Penal. 

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"Yo creo que a Jenni le debemos todos agradecimiento": Gobierno español 

El caso ha sido seguido de forma masiva en España y a nivel internacional. Este viernes, el propio Gobierno español destacó la valentía de Hermoso al denunciar al expresidente y dijo que el caso sienta un precedente en el que un beso no consentido es una agresión sexual. 

El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes del Gobierno español, Félix Bolaños, dijo que se le debe un agradecimiento a la delantera "porque ha dado un paso en un momento muy difícil para defender los derechos y la libertad de las mujeres y para poner en valor que esta sociedad, nuestra sociedad española, no admite ningún tipo de abuso, no admite ningún tipo de agresión sexual".

"Desde luego ha quedado algo claro: un beso no consentido es una agresión sexual. Punto", añadió.

Además, destacó que el caso es un ejemplo de que cada vez hay menos "miedo para denunciar y menos impunidad para los agresores". 

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Con EFE y medios locales