En su primera visita oficial a la frontera sur de Estados Unidos, el vicepresidente de Estados Unidos subrayó las disminuciones en los arrestos por cruces ilegales en la zona. Algo que le atribuyó a las estrictas políticas migratorias implementadas por Donald Trump. Vance también intentó suavizar la narrativa con respecto al Gobierno mexicano, con el que dice no querer tener "una relación negativa".
Desde la frontera con México, el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, presumió el rumbo que ha tomado de la política migratoria trumpista.
Acompañado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, Vance hizo un recorrido en helicóptero por encima de la localidad texana de Eagle Pass —uno de los focos calientes para los cruces fronterizos irregulares—, además de visitar un puesto de la Patrulla Fronteriza.
Además, Vance sostuvo una reunión con autoridades del Gobierno de Texas, incluyendo al gobernador, Greg Abbott, quien ha sido uno de los políticos estadounidenses más afines a la estricta estrategia migratoria implementada por la nueva Administración.
El vicepresidente republicano detalló que Trump ha exhortado a los miembros de su Gobierno a "tomarse en serio la tarea de controlar las fronteras" y celebró la reducción en los arrestos de personas migrantes en situación irregular dentro de la zona. En enero, las cifras de detenciones por cruces fronterizos irregulares cayeron un 39% en comparación al mes anterior.
"La crisis fronteriza se ha convertido en un asunto de inteligencia nacional y también en algo que requiere la participación del Departamento de Defensa", mencionó el vicepresidente durante una rueda de prensa con medios locales desde Shelby Park, un parque absorbido por el Gobierno texano para convertirlo en una base para los militares y miembros de la Guardia Nacional que actúan en la frontera.
Por otro lado, el compañero de fórmula presidencial también lanzó duras críticas al expresidente, Joe Biden, a quien culpó de haber "destripado todo el régimen de aplicación de las leyes de inmigración de este país".
"Resulta que no necesitábamos nuevas leyes, ni legislación elegante, sino un nuevo presidente", exclamó Vance.
Aunque los números exactos no han sido publicados hasta el momento, el mandatario estadounidense dijo el fin de semana pasado que las autoridades fronterizas detuvieron alrededor de 8.326 personas en la frontera durante el mes de febrero.
Desde la investidura presidencial, Trump ha ordenado el despliegue de más de 6.500 elementos de seguridad en la frontera con México, que llegan a reforzar la ya vasta presencia de 2.500 activos que estaban estacionados en la zona en los meses finales de la Administración Biden.
Vance insta a México a "tomar en serio" el narcotráfico
Al ser cuestionado por los reporteros sobre la decisión de Trump por imponer aranceles del 25% a las importaciones procedentes de México, Vance hizo eco de la justificación presidencial, señalando que Ciudad de México no ha hecho lo suficiente para frenar el tráfico de fentanilo a territorio estadounidense.
El vicepresidente dijo que los aranceles son una manera para orillar al Gobierno de Claudia Sheinbaum a intensificar el combate contra el narcotráfico, porque si no, "el pueblo de México va a despertar en un narco Estado".
"Queremos que el Gobierno mexicano se ayude a sí mismo, y también que en el proceso ayude a los estadounidenses al tomarse en serio a estas organizaciones", exclamó el vicepresidente estadounidense. Vance también quiso aclarar que la Administración trumpista no quiere tener una "relación negativa" con el Estado mexicano.
De igual forma, Vance fue preguntado por una posible avanzada militar del Ejército estadounidense en territorio mexicano si el Gobierno latinoamericano no consigue cumplir con las expectativas de la Casa Blanca. Sin embargo, el vicepresidente descartó hacer algún anuncio sobre una supuesta "invasión a México". Y advirtió que sería Trump, en el que en un caso hipotético, hablaría sobre esos temas "de ser necesario".
Los reporteros fueron más incisivos y preguntaron al vicepresidente si Washington estaba planeando una invasión militar en contra de su vecino, a lo que Vance respondió tajantemente: "No, siguiente pregunta".
Con AP, EFE y medios locales
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