Desde que Alemania facilitó la obtención de la ciudadanía alemana a los descendientes de las víctimas que huyeron del país debido a la persecución bajo los tiempos de los nazis, cada vez más judíos estadounidenses están dando el paso para obtenerla. Algunos lo ven como una oportunidad para protegerse del tenso clima político que vive Estados Unidos desde el regreso de Donald Trump.

"Es bastante extraño. Haces clic en 'Sí, soy judío' en el formulario de Alemania y lo envías al Gobierno alemán. Es una locura", afirmó ,Joe Sacks, profesor de ciencias de secundaria en Washington, la capital de Estados Unidos, ha iniciado el proceso para obtener la ciudadanía alemana. NPR se reunió con él y con otros judíos estadounidenses de ascendencia alemana cuyas familias huyeron de la persecución nazi.

Aunque Joe Sacks, su esposa e hijos no tienen planes inmediatos de irse de Estados Unidos a Alemania, según el testimonio otorgado a la radio pública, prefieren tener esta opción que da tranquilidad en estos tiempos políticos tan tensos. 

Según NPR, al igual que él, cada vez más judíos estadounidenses buscan la ciudadanía: "Mientras que algunos solicitantes citan beneficios prácticos, como viajar más fácilmente dentro de la Unión Europea, otros citan motivaciones más profundas".  

Una tendencia al alza 

Desde el regreso de Donald Trump al poder, el comportamiento de su exasesor, Elon Musk, acusado de hacer el saludo nazi, la estigmatización de los migrantes y la humillación del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca han llevado a algunos a establecer comparaciones con la Alemania de las décadas de 1930 y 1940. 

"Este auge del autoritarismo es comparable al de Hitler", afirmó, Eric Podietz, consultor informático jubilado de Filadelfia. "El silenciamiento de la libertad de expresión y la puesta en peligro de las instituciones académicas. Las señales están ahí. Está sucediendo", declaró a NPR. Su madre huyó de Alemania de niña a finales de la década de 1930, por lo que ahora ha solicitado la ciudadanía alemana.

Al igual que Joe Sacks, Podietz no tiene planes inmediatos de mudarse, pero señala que la retórica política actual en Estados Unidos es un recordatorio aterrador del país que su familia abandonó para sobrevivir.

El noticiero alemán Tagesschau, también se ha interesado por el tema. En julio de 2024, informó sobre una ceremonia celebrada en el Consulado General de Nueva York durante la cual 82 sobrevivientes del Holocausto, sus hijos y nietos se convirtieron en ciudadanos alemanes. 

"Hemos visto una tendencia al alza, la primera vez en 2017, cuando Donald Trump asumió la Presidencia, y algunos dijeron: 'No es mi tipo de presidente, busquemos alternativas'", explicó el excónsul, David Gill. Si bien el Consulado de Nueva York recibió 350 solicitudes en 2016, la cifra aumentó a 1.500 en 2024, lo que resultó en 700 naturalizaciones, según la cuenta de Instagram de la oficina diplomática. 

Trámites más sencillos 

Una ley consagrada en la Constitución de Alemania otorga la ciudadanía a los antiguos ciudadanos alemanes perseguidos y a sus descendientes. Sin embargo, durante años, lagunas legales impidieron que muchos solicitantes recibieran el famoso pasaporte. 

A algunos se les denegó la ciudadanía alemana porque sus antepasados huyeron de Alemania y adoptaron otra nacionalidad antes de que su ciudadanía original fuera revocada oficialmente. Para obtenerla, una persona nacida antes del 1 de abril de 1953 también debía demostrar que su padre había sido despojado de su nacionalidad; otorgarla a través de la madre era imposible.

Sin embargo, el trámite se ha simplificado desde 2021. Los solicitantes ya no tienen que demostrar descendencia exclusiva por vía paterna ni contar con medios económicos suficientes para su manutención.

Simplemente deben demostrar que sus antepasados fueron perseguidos en Alemania entre 1933 y 1945 o que pertenecían a un grupo perseguido, como judíos, disidentes políticos y personas con enfermedades mentales.

Aunque el proceso para solicitar la restitución es gratuito y no implica trámites legales, encontrar documentos antiguos que comprueben los vínculos familiares puede ser un gran obstáculo, señala CNN

Reticencia por parte de ciertas familias  

Scott Mayerowitz, cuyos cuatro abuelos judíos se vieron obligados a huir en la década de 1930, dio el paso solo y logró obtener la ciudadanía alemana. Según él, "fue un proceso extremadamente difícil y a veces frustrante", declaró a CNN.

Criado en Nueva Jersey, cuyos padres se negaban a comprar productos alemanes o a conducir un coche alemán, este proceso también requirió superar las reservas familiares. A petición suya, su madre, Susan, reunió los documentos necesarios, aunque a regañadientes.

Finalmente, la convenció explicándole que su deseo de obtener la ciudadanía alemana estaba vinculado a las opciones que ofrecía la ciudadanía de la Unión Europea: "Le dije que podría brindarle oportunidades educativas a mi hija y facilitarle vivir y trabajar en cualquier lugar de la Unión Europea en el futuro. Y finalmente, añadí que si, por cualquier motivo, alguna vez tuviera que huir de Estados Unidos debido a la persecución, le abriría muchas otras puertas".

Ann Barnett, residente de Arlington, Virginia, también se encontró con la incomprensión de su madre, quien estaba muy molesta ante la idea de que quisiera obtener la ciudadanía en un país que había exterminado a tantos miembros de su familia. "Finalmente cambió de opinión y aceptó mi decisión, lamentablemente debido al creciente antisemitismo en Estados Unidos", aseveró a CNN.

Por su parte, Erin Levi también actuó tras encontrar la postal estadounidense de su abuelo, fechada en 1942 y que mencionaba a Alemania como su país de origen. Ochenta años después del final de la Segunda Guerra Mundial, afirma sentirse un poco más segura en Alemania que en otros países donde el antisemitismo está en auge: "Creo que Alemania se ha convertido en un fiel aliado y defensor de Israel. Es asombroso cuánto asumen la responsabilidad por las atrocidades que cometieron. Pocos países lo han hecho"

"Pasar la página"

Del lado alemán, este enfoque también tiene sentido. Steve North recuerda la emoción del cónsul alemán, David Gill, quien le entregó sus documentos de naturalización. "Para mi gran sorpresa, me dijo que entregarme mis documentos de naturalización fue 'una experiencia maravillosa, porque los alemanes estamos redescubriendo parte de nuestra historia. Nos recuerda cuánto conocimiento y sabiduría se ha perdido'", recuerda el periodista, que escribe para la Agencia Telegráfica Judía y que había decidido solicitar la ciudadanía alemana con vistas a la reelección de Donald Trump.

El cónsul le contó que también le había entregado estos mismos documentos a una mujer de 97 años de Hamburgo, quien le dijo que "le dio un cierre". Una estadounidense de 95 años incluso regresó a su país de origen. "La Alemania de hoy es una Alemania en la que me siento bien", le dijo.

Steve North no tiene planes de hacer el mismo viaje en este momento, pero como concluye: "Lo impensable ha sucedido en un país supuestamente civilizado en los tiempos modernos, y sería una tontería ignorar la posibilidad de que la historia se repita aquí, dado el odio a los judíos que vemos constantemente expresado tanto en la extrema derecha como en la extrema izquierda del espectro político estadounidense". 

Este artículo fue traducido de su versión original en francés

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