En su más reciente comunicado, la Santa Sede informó este martes 4 de marzo que la salud del papa Francisco se estabilizó lo suficiente para retirarle la ventilación mecánica no invasiva y recibir solo altos flujos de oxígeno suplementario. La decisión llega después de dos episodios de insuficiencia respiratoria que experimentó un día antes. El pontífice sigue hospitalizado por décimo noveno día consecutivo, debido a una neumonía bilateral.
Después de sufrir dos crisis respiratorias en la víspera, el estado de salud del papa Francisco se estabilizó este martes 4 de marzo, por lo que ya no necesita usar ventilación mecánica para ayudar a respirar, informó el Vaticano en las últimas horas.
El pontífice, de 88 años, había sido conectado a ventilación no invasiva-que cubre su nariz y boca para bombear oxígeno a sus pulmones-un día antes tras experimentar lo que fue descrito como dos episodios de "insuficiencia respiratoria aguda".
Ante lo que parece ser un parte de mejoría, ahora Francisco ha vuelto a ser tratado solo con oxígeno a través de un pequeño tubo nasal debajo de la nariz, explicó la oficina de prensa del Vaticano.
Su condición, agregó la Santa Sede, es estable, y el papa "durmió bien durante toda la noche", aunque los médicos han mantenido su pronóstico como "reservado", lo que significa que el máximo líder de la iglesia católica aún no está fuera de peligro.
Francisco se encuentra internado en el hospital Gemelli de Roma desde el pasado 14 de febrero, cuando fue ingresado por una grave infección respiratoria que desencadenó en otras complicaciones, hasta presentar una neumonía bilateral.
Francisco no ha sido visto en público desde que ingresó en el hospital, su ausencia más prolongada desde que comenzó su papado en marzo de 2013. Sus médicos no han dicho cuánto podría durar su tratamiento.
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“Está dando pequeños pasos hacia adelante y luego hacia atrás”
El revés en su estado de salud el lunes 3 de marzo, hizo que los médicos tuvieran que extraer “abundantes” cantidades de mucosidad de sus pulmones. Al papa le practicaron dos broncoscopias, en las que le introdujeron en las vías respiratorias un tubo con una cámara en la punta y una ventosa en la punta para succionar el líquido.
El Vaticano indicó que la mucosidad que se había acumulado en los pulmones de Francisco era la reacción de su cuerpo a la infección de neumonía original y no una nueva infección, dado que las pruebas de laboratorio no indican ninguna bacteria nueva.
Esa situación se produjo después de varios días de declaraciones relativamente optimistas sobre su condición. El Vaticano afirmó que los dos episodios respiratorios del lunes fueron causados por "una importante acumulación de moco endobronquial".
El papa, añadió la Santa Sede, había sufrido un broncoespasmo, similar a un ataque de asma, y había necesitado dos broncoscopias, o procedimientos para inspeccionar sus vías respiratorias.
La crisis del lunes supuso un nuevo revés en lo que se ha convertido en una batalla de más de dos semanas por parte del frágil papa para superar una compleja infección respiratoria.
El doctor John Coleman, médico de cuidados críticos pulmonares de Northwestern Medicine en Chicago, señaló que los episodios del 3 de marzo fueron más preocupantes que el del viernes anterior, en el que Francisco tuvo un ataque de tos, inhaló un poco de vómito que necesitaba ser extraído, fue puesto en ventilación mecánica no invasiva durante un día y luego ya no la necesitó.
El uso de broncoscopias refleja un nivel preocupante de moco y flema en los pulmones, explicó Coleman. “El hecho de que hayan tenido que entrar y extraerlo manualmente es preocupante, porque significa que no está eliminando las secreciones por sí solo”, sostuvo.
“Está dando pequeños pasos hacia adelante y luego hacia atrás”, describió Coleman, quien no está involucrado en el cuidado del pontífice.
Francisco había estado recibiendo fisioterapia respiratoria para tratar de mejorar su función pulmonar. Pero la acumulación de secreciones en sus pulmones era una señal de que no tenía el tono muscular para toser con la suficiente fuerza para expulsar el líquido.
Los médicos a menudo utilizan ventilación no invasiva para evitar una intubación o el uso de ventilación mecánica invasiva. El líder de la iglesia católica no fue intubado durante esta hospitalización. No está claro si ha dado directivas anticipadas sobre los límites de su atención si empeora o pierde el conocimiento.
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Con Reuters, AP y EFE
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