El impacto de una posible guerra comercial con Estados Unidos y los aumentos masivos en el gasto de defensa y el endeudamiento de los gobiernos europeos estuvieron en el centro de la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo el jueves, que decidió bajar sus tipos de interés en un cuarto de punto porque la inflación se ralentizó en la Eurozona.
Tras la reunión del Consejo de Gobierno, el BCE informó de que redujo su tasa de depósito, a la que remunera el exceso de reservas a un día y refleja mejor los tipos en los mercados, hasta el 2,5%.
También bajó en 25 puntos básicos su tasa de interés principal, a la que presta a los bancos a una semana, hasta el 2,65%, y la facilidad de crédito, a la que presta a los bancos a un día, hasta el 2,90%.
Mientras tanto, es probable que surjan nuevas preocupaciones que reestructurarían masivamente el panorama económico: el impacto potencial de nuevos aranceles a las importaciones europeas del presidente estadounidense Trump, que podrían desacelerar el crecimiento, y los planes de un nuevo gasto masivo en defensa y endeudamiento, que podrían significar más crecimiento pero también más inflación.
Esas dos fuerzas podrían empujar al BCE en direcciones opuestas: un golpe al crecimiento requeriría tasas más bajas, mientras que una inflación más persistente abogaría por mantener las tasas más altas en los próximos meses.
Las estimaciones de crecimiento para Alemania, la mayor economía de la eurozona, se dispararon durante la noche y las tasas de interés a largo plazo subieron luego de un acuerdo de los dos partidos que formarán el próximo gobierno del país para flexibilizar los límites constitucionales al endeudamiento y eximir el gasto de defensa.
Se trata de un cambio importante en la política presupuestaria alemana y abre la puerta a un billón o más de nuevos préstamos y gastos durante la próxima década.
También hay preocupaciones de que Trump imponga nuevos aranceles a los productos europeos, lo que perjudicaría el crecimiento de una economía dependiente de las exportaciones.
Crecimiento cero en la Eurozona
Los 20 países que utilizan el euro y para los que el BCE determina la política de tipos de interés se estancaron en los últimos tres meses del año y mostraron un crecimiento cero. Los consumidores, afectados por un brote anterior de inflación, siguen siendo cautelosos, mientras que las empresas se han mostrado inquietas por las preocupaciones sobre lo que pueda hacer Trump.
“Seguramente le preguntarán a Christine Lagarde sobre cómo piensa responder el BCE a estas medidas y el apoyo que el banco central puede brindar al bloque”, dijo Julien Lafargue, estratega jefe de mercados de Barclays Private Bank.
Predijo que el BCE se mantendría flexible y tomaría decisiones en función de los datos entrantes: "De hecho, el posible impulso, en términos de crecimiento del PIB, proveniente de un mayor gasto gubernamental puede verse compensado por el tirón proveniente de los aranceles estadounidenses y el efecto neto no está claro".
Los economistas del Deutsche Bank predicen que el BCE reducirá las tasas al 1,5% para fin de año: “Nuestra hipótesis es que los aspectos negativos de una guerra comercial dominarán los aspectos positivos del gasto de defensa en 2025”.
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