¿Fin del punto muerto? La próxima COP, dentro de un año, debería celebrarse en Antalya, Turquía, tras un acuerdo de principio alcanzado el miércoles 19 de noviembre con Australia, una victoria diplomática para Ankara que pone fin a meses de un embarazoso pulso.
Australia finalmente cedió y se declaró dispuesta, durante una reunión en Belém (Brasil), a que Turquía acogiera la próxima conferencia sobre el clima de Naciones Unidas. Se necesitaba un acuerdo porque, según las reglas de las COP, es necesario un consenso para designar a los países anfitriones. Pero Australia reclama la presidencia de las negociaciones durante el año 2026, un reparto de funciones que sería muy inusual.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, defendió “una gran victoria tanto para Australia como para Turquía” en la cadena ABC. Por su parte, Chris Bowen, ministro australiano de Clima, reconoció “concesiones importantes” por parte de ambos países.
En noviembre de 2026, las decenas de miles de participantes de la conferencia climática de la ONU se dirigirían por tanto a Antalya, una famosa estación balnearia de la costa mediterránea. Cada año, en enero, Turquía organiza allí un Foro Diplomático que sirve de escaparate del “soft power” que Ankara pretende desplegar en todos los continentes.
Papúa Nueva Guinea, decepcionada
La tradicional conferencia previa a la COP tendría lugar en el Pacífico, al que Australia quería implicar desde el principio y cuyas islas se encuentran particularmente amenazadas por la subida del nivel del mar y las catástrofes vinculadas al cambio climático.
Insuficiente para Papúa Nueva Guinea, que denunció la decisión de su vecino. “Estamos todos descontentos. Y decepcionados de que esto termine de esta manera”, declaró a la AFP el ministro de Asuntos Exteriores, Justin Tkatchenko.
Esta semana debe organizarse una nueva reunión para ratificar el acuerdo. Un miembro de la delegación turca indicó por su parte a la AFP que todavía “no” se había sellado un acuerdo. Toda decisión deberá ser ratificada por consenso de los cerca de 200 países reunidos en Brasil esta semana en la COP30.
Turquía ratificó su adhesión al Acuerdo de París sobre el clima a finales de 2021, y los analistas juzgan con dureza sus compromisos climáticos. El país se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono de aquí a 2053, tres años después que los países europeos, pero su hoja de ruta actual es considerada “críticamente insuficiente” por Climate Action Tracker. Turquía no prevé una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2035, solo un crecimiento más lento de estas emisiones respecto a la trayectoria actual.
Diplomacia ofensiva
Para el país dirigido por Recep Tayyip Erdogan, esta atribución marca la victoria de una diplomacia ofensiva al margen de las potencias occidentales, desde el mar Negro hasta Gaza y el Cuerno de África.
Recep Tayyip Erdogan se ha posicionado especialmente como mediador en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Turquía también ha mediado entre Etiopía y Somalia, y apoya al ejército regular en Sudán frente a los paramilitares. Recientemente también ha acogido en Estambul negociaciones entre Pakistán y Afganistán con vistas a un alto el fuego, aunque sin éxito.
Las conferencias climáticas de la ONU se organizan por turnos entre cinco bloques regionales, que deben designar por consenso en su seno al país anfitrión, lo que ya ha ocasionado pulsos diplomáticos, aunque rara vez de tal magnitud. Para este año, Brasil había sido elegido en nombre de los Estados de América Latina y el Caribe. La COP ya ha designado a Etiopía para África en 2027.
Sin embargo, persistían los bloqueos para 2026 dentro del grupo “Europa Occidental y otros Estados”, que incluye a los países europeos, Turquía, Australia, Canadá, Estados Unidos y Nueva Zelanda.
Australia contaba con el apoyo de una amplia mayoría de los países del grupo, pero Turquía se negaba a darse por vencida. Había propuesto copresidir la cumbre, algo que Australia rechazó. Si ningún país hubiese cedido, la COP31 habría tenido lugar por defecto en Alemania, donde se encuentra la sede de la ONU Clima.
Con AFP
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