En el camino hacia municipios inteligentes, tema del cual escribí la semana pasada, cada paso que acerca la tecnología al bienestar ciudadano debe ser valorado. La implementación del plan piloto de semáforos pluviales por parte de la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) y el Comité de Prevención, Mitigación y Respuesta ante Desastres (CPMR) es una muestra concreta de cómo la innovación, cuando se orienta a la prevención y la seguridad, se convierte en una herramienta efectiva de gestión urbana inteligente.

Estos dispositivos —instalados en puntos críticos de la ciudad como el entorno del Club Paraíso, Los Prados, la avenida V Centenario o el paso a desnivel de la Tunti Cáceres— no buscan eliminar las inundaciones, pero sí advertir, orientar y proteger a la ciudadanía. A través de un sistema de luces que indica el nivel del agua acumulada, los semáforos pluviales alertan en tiempo real a conductores y peatones, reduciendo riesgos y mejorando la toma de decisiones durante las lluvias intensas. Se trata de un ejercicio de inteligencia urbana en su sentido más práctico: usar los datos y la tecnología para anticipar, prevenir y cuidar.

Una ciudad verdaderamente moderna es aquella que se adapta a su contexto y protege a su gente con soluciones útiles y sostenibles

La capital dominicana, como muchas ciudades del Caribe, enfrenta el desafío constante de las lluvias torrenciales, los “entaponamientos” y la vulnerabilidad frente a los fenómenos climáticos. Por eso, esta iniciativa representa mucho más que un plan piloto; es un cambio de paradigma en la gestión municipal. Santo Domingo viene pasando de la reacción a la anticipación, del operativo de emergencia a la planificación preventiva, demostrando que la resiliencia también se construye desde la acción local y oportuna.

La modernización y el cambio de Santo Domingo no pueden medirse solo por grandes obras visibles o tecnología importada. Una ciudad verdaderamente inteligente es aquella que se adapta a su contexto, entiende sus vulnerabilidades y busca soluciones simples, útiles y sostenibles. En ese sentido, los semáforos pluviales son una innovación apropiada, de bajo costo, alto impacto y fácilmente replicable en otros municipios con zonas de riesgo. Este tipo de intervenciones combinan la ingeniería urbana con la educación ciudadana, recordándonos que la gestión del riesgo no depende únicamente del Estado, sino también del comportamiento colectivo.

Detrás de la instalación de estos semáforos hay una visión de ciudad y de país, moderna y sensible, impulsada por la alcaldesa Carolina Mejía, quien ha demostrado una comprensión integral del concepto de “inteligencia urbana”. No se trata solo de incorporar tecnología, sino de ponerla al servicio de la gente, de cuidar la vida, de prever lo previsible y actuar con empatía institucional. Bajo su liderazgo, el ADN ha logrado que la innovación se traduzca en bienestar y que Santo Domingo avance con pasos firmes hacia un modelo de ciudad más ordenada, humana y sostenible.

La tecnología por sí sola no transforma una ciudad; lo hacen las decisiones inteligentes

Mientras otros municipios del país avanzan en materia de conectividad, Santo Domingo da un paso más allá, incorporando la gestión del riesgo climático mediante tecnología cívica. Si esta experiencia se integra a una política pública nacional de ciudades inteligentes, el país podría escalar buenas prácticas locales, fortalecer la capacidad de respuesta ante desastres y consolidar un modelo dominicano de innovación municipal, con rostro humano y visión de futuro.

La tecnología por sí sola no transforma una ciudad; lo hacen las decisiones inteligentes. Los semáforos pluviales son, en esencia, un mensaje luminoso de prevención y responsabilidad compartida. Que esta luz —encendida por la Alcaldía del Distrito Nacional— se multiplique en todo el país, guiando el camino hacia un futuro urbano más seguro, resiliente y humano.

Decisiones inteligentes, como las que impulsa Carolina Mejía, son las que marcan la diferencia entre gestionar una ciudad y verdaderamente transformarla.

Mayrelin García

asesora empresarial

Excandidata a diputada por la circ. 2 del Distrito Nacional y Dirigente del PRM. Licenciada en Administración de Empresas con especialización en Recursos Humanos y Lic. en Mercadeo con Especialización en Inteligencia Competitiva por la Pontificia Universidad Católica Madre & Maestra (PUCMM); Project Management Professional (PMP), Especialización en Negocios Internacionales por Florida International University (FIU), egresada del Programa de Desarrollo Directivo en Barna Management School. Asesora empresarial, charlista y articulista.

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