Inconformes con la subida de los precios y un supuesto mal manejo de la inmigración ilegal, muchos latinos, incluyendo dominicanos, votaron por Trump, olvidando que no pocos de ellos fueron inmigrantes indocumentados, en algún momento. Así somos de desmemoriados.

Según las encuestas hechas a pie de urna, el 45 % de los latinos votó por Trump. Un significativo aumento de 10 puntos porcentuales del voto latino a su favor, con relación a las elecciones de 2020.

Creyeron que cumpliría con sus promesas, y, en parte, así ha sido. La cacería de inmigrantes ha sido espectacular. Otro ha sido el rumbo de su promesa de bajar los precios de la comida, la gasolina y otros productos.

Hasta ahora, lo único que ha bajado son los ingresos reales de los más pobres (adquisición de bienes y servicios), y bajarán aún más, con la nueva ley de presupuesto, One Big Beautiful Bill (Grande y Bella ley), que el Congreso americano acaba de aprobar ayer.

Ciertamente es una bella ley, pero solo para los ricos, que verán crecer sus ingresos, vía la reducción de impuestos.

En promedio, el 10 % de los americanos más ricos aumentará sus ingresos en 12 044 dólares al año, mientras que el 10 % más pobre los verá disminuirse en 1 559 dólares.

Pero eso no es todo, la OBBB recortará considerablemente el Medicaid, programa que cubre actualmente los gastos médicos de 70 millones de americanos desfavorecidos, dentro de ellos, cientos de miles de dominicanos.

También reducirá en un 20 % el programa de ayuda alimentaria SNAP, asistencia nutricional al que recurren 40 millones de personas.

No son poco los dominicanos beneficiarios de este programa, adultos mayores, discapacitados, obreros, cabeza de familia que han perdido sus empleos y, ciertamente, algunos haraganes y vividores que abusan del sistema, pero esto debe ser solo parte de un cálculo (costo de los inevitables fraudes), no una excusa para reducir al mínimo esta ayuda a los más vulnerables, dirigida a evitar la indigencia, que al final tiene para la sociedad un costo mucho mayor que el de estos programas.

Tan solo en el Estado de Nueva York, se contabilizan 300 000 personas beneficiarias de este programa. Los que queden fuera de él, perderán en promedio 220 dólares mensuales.

Todos esos recortes para regalar a los más ricos cerca de 4 500 millares de dólares en reducción de impuestos, aumentar los gastos militares y cazar inmigrantes que realizan los trabajos que nadie ni nada realizará, porque todavía no hay robots humanoides que se ocupen de cuidar adultos mayores. Tampoco suficiente tecnología para plantar y recoger tomates de manera automatizada, para solo mencionar dos tareas reservadas a los inmigrantes que los nacionales no están dispuestos a realizar.

El Servicio de Inmigración y de Aduanas, que actualmente tiene un presupuesto de 10 mil millones, recibirá hasta 2029 100 mil millones adicionales, 45 mil millones para financiar los centros de detención para inmigrantes indocumentados, dentro de ellos, una jaula de caimanes en un pantano de la Florida para encerrar supuestos inmigrantes peligrosos; 46 mil millones para reforzar la seguridad en la frontera con México y 14 mil millones para las operaciones de expulsión.

Centro de detención para supuestos inmigrantes peligros, llamado el Alcatraz de los caimanes

La OBBB tendrá, pues, un doble impacto negativo para el país. Por un lado, la disminución de los ingresos reales de muchos dominicanos se traducirá en una reducción de las remesas, ingreso con que cuentan muchas familias dominicanas. El impuesto de 1 % a las remesas, que prevé la nueva ley de presupuesto, también desestimula los envíos.Por el otro lado, no pocos de los más de 200 000 dominicanos indocumentados que residen allí serán devueltos al país, para engrosar el ejército de desempleados.

Sirvan estas líneas para los que en el país, inconformes con la imperfecta democracia que tienen (o a lo mejor porque nunca han creído en ella, independientemente de lo perfeccionada que pueda llegar a ser), aspiran a tener en el poder a un autócrata de mano dura, tipo Trump o Bukele.

Carlos Segura

Sociólogo

Master en sociología, Université du Québec à Montréal, estudios doctorales, Université de Montréal. Ha publicado decenas de artículos en revistas especializadas nacionales y extranjeras, sobre inmigración, identidad y relaciones interétnicas. Es coautor de tres obras sociológicas, La nueva inmigración haitiana, 2001, Una isla para dos, 2002 y Hacia una nueva visión de la frontera y de las relaciones fronterizas, 2002. También es autor de tres obras literarias, Una vida en tiempos revueltos (autobiografía) 2018, Cuentos pueblerinos, 2020 y El retorno generacional (novela), 2023.

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