La agenda política e institucional de América Latina es la parte final de la presentación del informe de riesgos políticos 2025, del Centro UC de Estudios Internacionales, que encabeza Jorge Sahd K., autor de la presentación junto al investigador Daniel Zovatto.
La lista de temas que sigue a continuación es una mención, a vuelo de pájaro, de los desafíos y riesgos más relevantes que tenemos en América Latina y el Caribe. Lo presentamos como una muestra de cómo este estudio identifica temas, problemas y posibilidades de triunfos, entre los que se cita la X Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en la República Dominicana. Será también un desafío de organización para el gobierno dominicano. Lo que dicen los expertos sobre este compromiso es lo siguiente: El cónclave regional más importante para los países del Continente, bajo la coordinación de la OEA, tendrá lugar en octubre en la República Dominicana y será una puesta en escena de la administración Trump en sus planes para la región; encuentro que podría convertirse en el primer cara a cara de Trump con los mandatarios del hemisferio.
Algunos otros países de la región a los cuales amerita ponerle lupa
Como ya se señaló, el regreso de Trump, su agenda proteccionista y el enfoque transaccional en política exterior generan profundas interrogantes sobre las reacciones globales y su impacto en América Latina, en especial, si bien no exclusivamente, en México y Centroamérica.
En efecto, las amenazas arancelarias de Trump, y sus políticas en materia de migración y narcotráfico, podrían desestabilizar las economías de varios países de la región, aumentando las tensiones económicas y sociales.
Venezuela y la política de Trump
En Venezuela, la dictadura de Nicolás Maduro asumió el 10 de enero, de manera ilegítima y por la fuerza, un nuevo mandato, resultado del grosero fraude electoral del pasado 28 de julio, convirtiéndose no solo en un régimen autoritario sino también de facto. La postura de Trump y la de su Secretario de Estado. Marco Rubio será crucial para definir el manejo de los tres regímenes autoritarios de la región: Venezuela, Nicaragua y Cuba. No está claro si optará por una política de confrontación, mano dura y sanciones, o por un enfoque más transaccional que priorice intereses estratégicos estadounidenses.
Centroamérica y las políticas migratorias de Trump
En América Central, las políticas migratorias de Trump, como las deportaciones masivas y las restricciones a las remesas, podrían incrementar la inestabilidad en países como El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Estas medidas no solo agravan los problemas de pobreza y violencia, sino que también intensifican las crisis humanitarias y sociales, profundizando la ya delicada situación que enfrenta la región.
Nicaragua, Cuba y Haití: Crisis persistentes
En Nicaragua, la dictadura matrimonial de Daniel Ortega continuará consolidándose, mientras en Cuba, la crisis económica se agudizará. En ambos países, la represión seguirá siendo el principal mecanismo para sofocar las protestas y mantener el control. Por su parte, Haití enfrenta una crisis política y humanitaria cada vez más profunda, que pone en duda la viabilidad de las elecciones previstas para este año. Si los niveles de violencia, inseguridad y desplazamiento masivo se agravan, es probable que aumenten las demandas de intervención internacional.
México y el desafío fronterizo
México enfrenta desafíos intensificados por las presiones de Trump. La seguridad fronteriza, las políticas de deportación, el combate a las drogas y la eventual renegociación del T-MEC en 2026 estarán en el centro de las prioridades del gobierno de Claudia Sheinbaum. Las tensiones migratorias no solo impactarán la economía mexicana a través de la reducción de remesas, sino que también podrían provocar una crisis humanitaria en la región, con efectos colaterales en toda Centroamérica.
Argentina: Un segundo año crucial para Milei
En Argentina, el presidente Javier Milei afronta su segundo año de gestión con desafíos políticos y económicos significativos. Como ya señalamos, las elecciones legislativas de octubre serán una prueba clave para medir el respaldo a su administración, mientras busca consolidar logros en crecimiento económico tras un exitoso primer año en el control de la inflación. Entre las prioridades del 2025 figuran la recuperación económica, la atracción de inversión extranjera y el levantamiento del cepo cambia- 13 rio, y una negociación clave con el FMI, todos elementos esenciales para mantener la confianza del electorado y atraer inversión extranjera.
Brasil: Entre el liderazgo global y los desafíos internos
Brasil, seguirá priorizando su proyección como actor global relevante. En 2025 tendrá la presidencia de los BRICS y será anfitrión de la COP30. Por su parte, la popularidad del presidente Luiz Inácio Lula da Silva continuará enfrentando un escenario complejo de cara a las elecciones presidenciales de 2026. Este año será clave para fortalecer su relación con el Congreso y apuntalar la economía, en medio de la caída del real y una eventual desaceleración de la economía. El reciente problema de salud de Lula reaviva además el debate sobre su edad y su capacidad para completar el mandato y, sobre todo, para buscar su reelección.
Centroamérica y las políticas migratorias de Trump
En Centroamérica, las políticas migratorias de Trump, como las deportaciones masivas y la reducción de remesas, podrían aumentar la inestabilidad en países como El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, exacerbando problemas de pobreza y violencia. Estas dinámicas profundizan las crisis humanitarias y sociales, agravando la ya precaria situación de la región.
Nicaragua, Cuba y Haití: crisis persistentes
En Nicaragua, la dictadura matrimonial de Daniel Ortega continuará consolidándose, mientras en Cuba, la crisis económica se agudizará. La represión seguirá siendo el principal mecanismo para sofocar las protestas y mantener el control. Por su parte, Haití enfrenta una crisis política y humanitaria cada vez más profunda, que pone en duda la viabilidad de las elecciones previstas para este año. Si los niveles de violencia, inseguridad y desplazamiento masivo se agravan, es probable que aumenten las demandas de intervención internacional.
Perú: inestabilidad y posible adelanto de elecciones
En Perú, la creciente debilidad del gobierno de Dina Boluarte alimentará las especulaciones sobre un posible adelanto de las elecciones presidenciales previstas para 2026. Las tensiones sociales y los desafíos de gobernabilidad han marcado su administración, mientras los movimientos de protesta continúan presionando al Ejecutivo.
Colombia: Petro a la baja y posible cambio político
En medio de un intenso enfrentamiento con los partidos de oposición, que anticipa el tono de la dura campaña electoral hacia las elecciones de 2026, y enfrentando serias dificultades en el Congreso para avanzar con su ambiciosa agenda de reformas, el presidente Gustavo Petro inicia su tercer año de gobierno. Lo hace con bajos niveles de aprobación, un escenario económico complejo y un panorama social desafiante.
Panamá y su activo más preciado: el Canal
El inicio del año comenzó con la polémica del presidente Trump, quien no descartó el uso de la coerción económica e incluso militar para retomar el control del Canal de Panamá. El presidente americano acusa que las tarifas a barcos y buques militares que pasan por el canal son muy elevadas y que progresivamente está siendo controlado por China, en abierta alusión a la mayor presencia asiática en los puertos.
Relación entre Estados Unidos y China: desafíos y oportunidades
La competencia entre Estados Unidos y China por la influencia en América Latina será un tema clave en 2025. La reciente gira de Xi Jinping en el marco de la reunión del G20 en Brasil (en noviembre pasado), la puesta en marcha del megapuerto de Chancay, en Perú, y la cumbre Celac-China de este año, consolidan a China como un actor estratégico en la región, generando tensiones con Washington que se agudizarán con la llegada de Trump, Marco Rubio y Claver-Carone. La región enfrentará el desafío de equilibrar estas relaciones para maximizar beneficios, como inversiones en infraestructura, y minimizar riesgos, como la dependencia económica.
Elección del Nuevo Secretario General de la OEA
En marzo, la Organización de los Estados Americanos (OEA) llevará a cabo la elección de un nuevo Secretario General, un evento que representa una oportunidad para revitalizar y reposicionar a la institución en un momento crítico de su historia. Ante la creciente debilidad que afecta al organismo, resulta imperativo que el próximo Secretario General cuente con un liderazgo sólido y la capacidad de fomentar el diálogo entre todos los países de la región. Solo a través de un liderazgo renovado y comprometido será posible retomar una agenda efectiva que priorice la cooperación regional, el fortalecimiento de la democracia y la promoción de los derechos humanos, pilares fundamentales para enfrentar los desafíos actuales de América Latina.
X Cumbre de las Américas
El cónclave regional más importante para los países del Continente, bajo la coordinación de la OEA, tendrá lugar en octubre en la República Dominicana y será una puesta en escena de la administración Trump en sus planes para la región; encuentro que podría convertirse en el primer cara a cara de Trump con los mandatarios del hemisferio.
COP30 en Belém
La COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, Brasil, posiciona a América Latina como líder en la agenda climática. La protección de la Amazonía será un tema central, destacando su papel crítico en el equilibrio climático global. Este evento es una oportunidad para que la región defienda sus intereses y promueva un desarrollo sostenible.
Conclusión
El año 2025 representa un punto de inflexión crucial para América Latina en un contexto global marcado por la incertidumbre, la complejidad y las transformaciones aceleradas. Factores como el bajo crecimiento económico, los múltiples procesos electorales en la región, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, y la competencia estratégica entre Estados Unidos y China, con su impacto en Latinoamérica, configuran un panorama de desafíos interconectados y oportunidades estratégicas.
Las elecciones en países como Ecuador, Bolivia, Chile, Honduras y las legislativas en Argentina serán decisivas para iniciar la reconfiguración del mapa político regional en los próximos años. Estos comicios medirán la resiliencia democrática en un escenario de alta polarización y creciente desafección ciudadana, evaluando no solo la fortaleza de las democracias, sino también su capacidad para garantizar estabilidad política, económica y social. La fragmentación política y el avance de tendencias autoritarias plantean riesgos significativos, agravados por la incapacidad de los gobiernos para responder a las demandas ciudadanas, lo que ha intensificado el malestar social y debilitado la confianza pública en las instituciones democráticas.
En el ámbito global, tensiones geopolíticas como los conflictos en Ucrania, Gaza, Israel y Sudán, junto con megatendencias como el cambio climático y la disrupción tecnológica, desafían los sistemas de gobernanza tradicionales, añadiendo presión a las dinámicas regionales.
Sin embargo, a pesar de este complejo escenario de policrisis y permacrisis, América Latina tiene la oportunidad de posicionarse como un actor clave en áreas estratégicas como la producción de alimentos, los minerales críticos, la energía limpia y la conservación ambiental. La COP30 se perfila como una ocasión trascendental para que la región asuma un liderazgo visible en la agenda climática global.
Ante este panorama, la región debe fortalecer la coordinación, la cooperación y la integración, priorizando la estabilidad democrática y aprovechando sus ventajas comparativas para enfrentar los desafíos globales. Asimismo, la elección de un nuevo Secretario General de la OEA podría revitalizar el multilateralismo regional, siempre que el liderazgo entrante impulse una agenda de cooperación efectiva y fortalecimiento institucional.
En resumen, 2025 será un año decisivo para determinar si América Latina puede superar los desafíos y amenazas que enfrenta y consolidarse como un actor relevante en un mundo en transformación, o si continuará atrapada en dinámicas de estancamiento, polarización e irrelevancia. El rumbo que tome la región definirá su papel en la tercera década del siglo XXI. Como expresó Carlos Fuentes: “(…) hay años en los que suceden siglos”. Para América Latina, 2025 promete ser uno de esos años. La gran incógnita es si el liderazgo regional estará a la altura de las circunstancias.