Al 2025 solo le restan apenas unos cuantos amaneceres y sus noches, por lo que es más que posible que el venidero Año Nuevo llegue cargado de un rosario de nuevas promesas de la clase política, incluyendo la que gobierna; desafíos que están lacerando la confianza de la población y restando derechos a la ciudadanía
La primera cuenta de este rosario de promesas es la transparencia institucional, pues casos como el de SeNaSa muestran la inexistencia de sistemas de control financiero del erario público ágiles y fuertes, y bien desarticulados. Siendo así, crecen las dudas y aumentan las conjeturas, con denuncias y señalamientos, sobre el desfalco en otras instancias, que en caso de comprobarse serían terribles.
También, pese a la anunciada reforma a la Policía Nacional como estrategia garante de la seguridad ciudadana, esta transformación aún no se concreta. Las estadísticas de tasa de homicidios y tasa de victimización han bajado, pero el país debe seguir profundizando una reforma policial integral que mejore significativamente la seguridad ciudadana.
En definitiva, estos casi 365 días no han logrado concretar un plan de gobierno que algunos limitan —hay quienes hablan de que no hay plan, y que sí tenemos una excesiva atención a lo que se cuenta en las redes sociales— y las promesas siguen siendo cuentas de un rosario
Es lamentable saber que el pueblo deberá esperar más y más, como Penélope en el puerto, a que sea fortalecido totalmente el sistema de salud, y esto abarca el compromiso de mejorar los hospitales y garantizar acceso universal a servicios de calidad. Si bien el caso SeNaSa aumenta la espera, no menos cierto es que el sector salud anda necesitado de acelerar el rol del organismo rector del área, y que la ciudadanía tenga asegurada la atención en los centros públicos y privados.
Mientras que sobre el sector educación aumentan las incertidumbres ante un criticado proyecto de fusión en su rectoría sin que se produzcan y se evidencien mejoras sustanciales en aprendizajes, erradicación de la violencia escolar o aumento de registro de patentes de investigaciones científicas.
¡Qué rosario nos revela este balance! ¡Hay más cuentas! La del transporte y la movilidad urbana, que con los retrasos y cortes en la aplicación del Metro y del Teleférico limitan la credibilidad de que este Gobierno instaure un sistema público que sea moderno y eficiente.
Hemos tenido un 2025 con un aumento sostenido de precios y una canasta básica afectada con casi un 5% de inflación; alimentos caros y combustibles por demás están incidiendo de manera negativa en el costo de la vida. A esto se suma la aceleración a medias de empleos formales, que sean dignos y bien pagos.
En definitiva, estos casi 365 días no han logrado concretar un plan de gobierno que algunos limitan —hay quienes hablan de que no hay plan, y que sí tenemos una excesiva atención a lo que se cuenta en las redes sociales— y las promesas siguen siendo cuentas de un rosario que la ciudadanía repasa entre fenómenos mediáticos y profundas heridas éticas aún abiertas.
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