Wall Street cerró en rojo este martes tras imponer el Gobierno de Donald Trump los aranceles prometidos del 25 % a México y Canadá, más un 10 % adicional a China, que ya han acarreado algunas represalias, dando pie a una guerra comercial.

Al cierre de la sesión, el Dow Jones de Industriales bajó un 1,55 %, hasta 42.520 puntos; el S&P 500 cedió un 1,22 %, hasta 5.778 unidades, y el Nasdaq perdió un 0,35 %, hasta 18.285 enteros.

El parqué neoyorquino registró el lunes pérdidas más grandes tras confirmar Trump los aranceles, y hoy la sesión fue generalmente negativa, pero hubo una gran oscilación en el caso del Nasdaq, que llegó a ponerse en verde durante un rato.

El sector con mayores pérdidas fue, con diferencia, el financiero (-3,54 %), arrastrado por la gran banca: Bank of America (-6,32 %), Citigroup (-6,30 %), Wells Fargo (-4,84 %) y JPMorgan Chase (-3,99 %), Goldman Sachs (-4,02 %) y Morgan Stanley (-5,75 %).

El sector automotriz, muy interconectado en Norteamérica, fue otro de los perjudicados, con firmas a la baja como General Motors (-4,56 %), Tesla (-4,47 %) o Ford (-2,88 %).

Dos grandes minoristas del país, Target (supermercados) y Bestbuy (electrodomésticos) advirtieron de que la guerra comercial afectará a sus resultados y, por lo pronto, admitieron que se traducirá en un aumento de costes que acabará repercutiendo en los precios al consumidor.

También se resintieron el sector industrial (-1,96 %) y de bienes esenciales (-1,78 %), mientras que el tecnológico terminó con una leve ganancia (0,01 %).

Entre las 30 cotizadas del Dow Jones, en línea con esa configuración, destacaron las caídas de las industriales Boeing (-6,45 %) y 3M (-4,81 %) y se mantuvieron a flote las tecnológicas Nvidia (1,69 %) o IBM (1,21 %).

En otros mercados, el petróleo de Texas (WTI) bajó a 68,26 dólares el barril, un día después de que la alianza OPEP+ dijera que aumentará la producción a partir de abril, y también presionado por la guerra comercial de EE.UU.

Mientras, el rendimiento del bono a 10 años repuntó al 4,25 %, el oro ascendió a 2.926 dólares la onza y el euro se cambiaba a 1,0619 dólares.