En los últimos tres meses del año suelen multiplicarse las plataformas y empresas financieras engañosas que prometen ganancias rápidas y sin riesgos. Es la época en que muchas personas buscan alternativas de ahorro o inversión para cerrar el año con mejores resultados y caen, sin saberlo, en manos de estructuras fraudulentas que operan al margen de la ley. En la República Dominicana, además de la Superintendencia de Bancos (SB), existen otros organismos responsables de supervisar y autorizar la actividad financiera, como la Superintendencia del Mercado de Valores (SIMV) y el Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP), que regulan respectivamente a los puestos de bolsa, sociedades administradoras de fondos de inversión, y cooperativas de ahorro y crédito. Verificar la existencia y autorización de cualquier empresa o plataforma en estos organismos es el primer paso para proteger nuestro dinero.
Cuando una persona omite esa verificación, queda expuesta a perder sus ahorros o a involucrarse sin saberlo en esquemas piramidales o negocios fantasmas. Las señales de alerta suelen ser evidentes, pero la emoción de obtener ganancias rápidas y la falta de conocimiento financiero hacen que muchos las pasen por alto.
Una de las primeras señales es la promesa de rendimientos demasiado altos o garantizados. Cualquier propuesta que asegure duplicar el dinero en poco tiempo o eliminar totalmente el riesgo debe despertar sospecha inmediata. Ninguna inversión legítima puede ofrecer ganancias elevadas sin riesgo, y toda empresa seria explicará claramente los términos y las posibles variaciones del rendimiento.
Otra señal común es la presión para invertir de inmediato. Los estafadores utilizan frases como “solo hoy”, “última oportunidad” o “cupos limitados” para evitar que el cliente tenga tiempo de analizar la información o pedir asesoría. Las entidades reguladas siempre dan espacio para comparar, revisar el contrato y tomar decisiones informadas.
A esto se suma la falta de información clara sobre la autorización o el registro legal de la empresa. En muchos casos, los estafadores crean páginas web que imitan la imagen de bancos o financieras reales, colocan logotipos falsos y direcciones inexistentes. Por eso, se recomienda verificar directamente en los portales oficiales de la SB, la SIMV o el IDECOOP si la entidad está formalmente registrada y supervisada.
También debe sospecharse de cualquier negocio que pida pagos por adelantado o métodos de pago inusuales, como transferencias a cuentas personales, criptomonedas o tarjetas de regalo. Ninguna entidad regulada exige dinero previo sin un contrato formal o sin explicar de forma transparente los servicios. Igualmente, hay que tener cuidado con quienes solicitan datos personales o bancarios por teléfono, mensajes o correos electrónicos, ya que pueden ser intentos de phishing o suplantación de identidad. Las instituciones financieras nunca pedirán contraseñas, códigos o accesos a distancia a tus dispositivos.
Otra señal clara es la ausencia de dirección física comprobable o información de contacto confiable. Las empresas falsas suelen operar desde números de celular, correos genéricos o direcciones inexistentes. Una entidad real tiene oficina visible, personal identificable, y muchas veces auditorías o reportes financieros disponibles al público. En igual sentido, los contratos deben ser claros, con condiciones de retiro, penalidades y cargos definidos. Si una empresa no permite retirar el dinero fácilmente o exige reinversiones forzadas, puede tratarse de un esquema piramidal.
Para protegerse, el ciudadano debe mantener una actitud preventiva: verificar la autorización legal, leer cuidadosamente los contratos, no entregar dinero sin documentos firmados, evitar decisiones apresuradas y consultar con asesores financieros o abogados si tiene dudas. Revisar los estados de cuenta con frecuencia, conservar los comprobantes y no compartir datos personales son hábitos que fortalecen la seguridad financiera. Recordemos que si algo suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente NO lo sea.
Identificar estas señales de alerta y actuar con prudencia puede marcar la diferencia entre preservar o perder los ahorros de toda una vida. La educación financiera es la mejor defensa frente al engaño. Por eso, desde Tu Consultorio Financiero, reiteramos la importancia de verificar siempre que la entidad esté supervisada por la Superintendencia de Bancos, la Superintendencia del Mercado de Valores o el IDECOOP, según corresponda. En tiempos donde proliferan las promesas falsas de riqueza fácil, la mejor inversión sigue siendo la misma: información, cautela y sentido común.
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Tu Consultorio Financiero es una columna desarrollada por Jesús Geraldo Martínez sobre finanzas personales, para orientar a las personas con conocimientos básicos en finanzas y economía a mejorar su entendimiento. Para consultar con el autor puede escribir al correo abogadojesus@icloud.com, o en Instagram @Jesusgeraldomartinez
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