María Isabel saldó su préstamo hipotecario hace cinco años. Con esfuerzo y mucha disciplina financiera logró pagar por completo el apartamento donde vivía. Tiempo después decidió venderlo para mudarse a una vivienda más amplia, y todo marchaba bien: tenía un comprador decidido, contrato preliminar firmado, inicial entregado y una fecha para cerrar la transacción. Pero al momento en que el banco del comprador solicitó la certificación del Registro de Títulos, surgió una sorpresa que echó por tierra la operación: el título aún aparecía con una hipoteca a favor del banco original, pese a que la deuda había sido saldada años atrás. María Isabel nunca gestionó el levantamiento del gravamen ante la Jurisdicción Inmobiliaria.

Como resultado, la venta se detuvo, el comprador se desesperó, finalmente desistió, y ella tuvo que devolver el dinero recibido, además de pagar penalidades del contrato. Todo por no completar un trámite que pudo haber resuelto en su momento con menos de una hora en el banco y unas semanas de espera en el registro.

Un caso similar vivió Roberto Antonio, propietario de una ferretería en crecimiento. Buscaba financiamiento para ampliar su negocio y tenía una propiedad valorada en más de diez millones de pesos, libre de deuda y en buenas condiciones. Sin embargo, cuando su banco evaluó el título, encontró dos hipotecas inscritas, ambas saldadas desde hacía más de una década, pero que nunca fueron levantadas formalmente. El préstamo fue rechazado de inmediato. Para resolver la situación, Roberto tuvo que pagar abogados, hacer diligencias notariales y asumir más de 75 mil pesos en gastos. Mientras tanto, perdió la oportunidad de adquirir mercancía a buen precio y retrasó sus planes de expansión por más de dos meses.

A pesar de tener el historial crediticio, el inmueble y el negocio en regla, no pudo acceder al crédito simplemente porque su título no estaba limpio.

Estos dos ejemplos muestran una realidad poco conocida por muchos dominicanos: saldar un préstamo no elimina automáticamente la hipoteca del título de propiedad. En nuestro país, cuando se contrata un préstamo hipotecario, se inscribe un gravamen en el Registro de Títulos que garantiza al banco el derecho a ejecutar la propiedad si el cliente incumple.

Pero cuando se salda la deuda, ese gravamen no desaparece por arte de magia. El banco puede emitir una carta de saldo cero y otra de cancelación de hipoteca, pero es el propietario quien tiene la responsabilidad de iniciar y completar el proceso de levantamiento ante la Jurisdicción Inmobiliaria.

El proceso incluye varios pasos: primero, solicitar al banco los documentos necesarios entre ellos la carta de saldo, la carta de cancelación de hipoteca, el título de acreedor hipotecario y, en ocasiones, el pagaré cancelado o una escritura notarial de descargo. Luego, el propietario debe depositarlos en el Registro de Títulos o Jurisdicción Inmobiliaria, junto con una instancia de solicitud, pagar las tasas administrativas y esperar a que se procese el levantamiento. Finalmente, debe verificar que el título fue actualizado solicitando una certificación del estado jurídico del inmueble.

Omitir este proceso puede tener consecuencias graves. Una propiedad con un gravamen inscrito no se puede vender legalmente, no se puede usar como garantía para nuevos préstamos y puede generar confusión en procesos de herencia o división de bienes. Además, cuando el levantamiento no se hace a tiempo, los costos y plazos suelen ser mayores, y en ocasiones se requiere rehacer documentos que ya estaban vencidos o mal emitidos.

Por eso, desde Tu Consultorio Financiero, compartimos algunas recomendaciones clave: primero, recuerda que saldar tu préstamo no borra el gravamen automáticamente. Segundo, no dejes ese trámite para después, porque puede salirte más caro. Tercero, asegúrate de que el banco te entregue todos los documentos en regla.  Cuarto, verifica siempre el estado de tu título: un error puede costarte tiempo, dinero y oportunidades.

La seguridad jurídica es tan importante como la seguridad financiera. Tener tu propiedad libre de gravámenes te da tranquilidad, te permite acceder a crédito, facilita procesos legales y aumenta el valor de mercado del inmueble. Es un paso que todo propietario responsable debe completar. Como siempre decimos en este espacio: la mejor inversión es estar bien informado y un propietario informado evita pérdidas innecesarias.

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Tu Consultorio Financiero es una columna desarrollada por Jesús Geraldo Martínez sobre finanzas personales, para orientar a las personas con conocimientos básicos en finanzas y economía a mejorar su entendimiento. Para consultar con el autor puede escribir al correo abogadojesus@icloud.com, o en Instagram @Jesusgeraldomartinez

Jesús Geraldo Martínez

Economista

Dominicano, consultor, con amplia experiencia profesional en regulación y supervisión del sector financiero, destacado por sus conocimientos en gerencia, finanzas bancarias, gestión de riesgos, administración y optimización de portafolios, investigación económica, planificación estratégica, análisis de riesgos financieros y sectoriales, análisis y estructuración de bases de datos, econometría, estadística, diseño y aplicación de modelos de pruebas de estrés.

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