Con un crecimiento del producto interno bruto (PIB) real de 5 %, superior al promedio global de 3.2 %, la economía de República Dominicana se consolidó en 2024 como una de las más dinámicas de América Latina, precisa el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD).
En materia de relaciones económicas exteriores, el país mostró una recuperación sólida en sus exportaciones. Las ventas de bienes al exterior aumentaron un 7.1 %, superando los US$ 13,800 millones, mientras que las importaciones también presentaron un crecimiento del 3.5 %, alcanzando los US$ 29,808 millones.
Pese al contexto favorable en comercio, la balanza de pagos cerró el año con un resultado deficitario de US$ 1,763 millones, aunque se mantiene una importante entrada de inversión extranjera directa, que continúa reforzando sectores productivos exportadores.
El informe titulado “Análisis del desempeño económico y social de República Dominicana 2024” detalla que mientras el mundo experimentó una expansión de apenas un 3.2%, el país logró una sólida tasa de crecimiento del PIB real del 5 %, impulsada por políticas fiscales activas, una gestión monetaria flexible y un entorno propicio para la inversión.
Durante este período, los ingresos fiscales incremento del 13.4 %, lo que permitió alcanzar una presión fiscal del 16.4 % del PIB, el nivel más alto de la última década. Este fortalecimiento de las finanzas públicas fue acompañado por una expansión del gasto del gobierno central del 13.1 %, representando el 19.5 % del PIB.
En el ámbito monetario, a partir de agosto de 2024, el Banco Central aplicó una reducción acumulada de 125 puntos básicos en la tasa de política monetaria. Esta decisión permitió un entorno más flexible para el financiamiento, lo que se reflejó en el dinamismo del sistema financiero, cuyos activos alcanzaron RD$ 3.85 billones, con un crecimiento interanual de 10.3 %. Paralelamente, el saldo adeudado del sistema financiero creció un 17.2 %, totalizando RD$ 2.18 billones.
El mercado laboral también registró signos alentadores: más de 170,000 personas se incorporaron a la población económicamente activa, con un crecimiento del empleo del 3.5 %, explicado principalmente por el aumento de trabajadores asalariados y una mayor participación masculina.
El gasto social alcanzó RD$ 664,744 millones, equivalente al 8.7 % del PIB, con una fuerte concentración en educación, salud y protección social, que juntas representaron el 92.4 % de dicho gasto. Los subsidios focalizados, que equivalen al 60.6 % del total en asistencia, registraron un aumento del 1.6 %.
En términos de seguridad social, se destacaron avances notables: el Seguro Familiar de Salud alcanzó una cobertura nacional del 97.8 %, y la afiliación al Seguro de Vejez, Discapacidad y Sobrevivencia creció un 5.4 %. Las recaudaciones para financiar el Sistema Dominicano de Seguridad Social ascendieron a RD$ 233,407 millones.
En cuanto a los sectores fundamentales para el bienestar, la educación y la salud absorbieron recursos significativos: RD$ 295,630 millones en educación (4.0% del PIB) y RD$ 140,743.7 millones en salud pública. Se observó, además, una mejora en la calidad de vida, reflejada en el aumento del porcentaje de hogares sin hacinamiento en un 4.7%.
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