Aunque la República Dominicana es un territorio insular con más de 1600 kilómetros de costas, incluyendo islas y cayos adyacentes, la actividad portuaria y la producción pesquera nunca fueron factores importantes en la agenda nacional, por lo menos hasta la gestión de gobierno del presidente Luis Abinader.
Y no se trata solo de los nuevos puertos de cruceros Taino Bay, de Puerto Plata, y Cabo Rojo de Pedernales, o de los grandes proyectos en desarrollo, de Manzanillo, Barahona y Arroyo Barril, que están posicionando al país como uno de los principales destinos del turismo de cruceros del mundo.
No menos importante es la gran red de muelles pesqueros y turísticos construidos o remozados bajo la coordinación de la actual dirección de la Autoridad Portuaria Dominicana (APORDOM), 19 de ellos ya en operación y otros 6 proyectados para el 2026, contribuyendo a cambiar la vida de millones de dominicanos residentes en las comunidades costeras por las oportunidades que ofrecen a través de la industria pesquera, con impacto en la economía y en la cultura alimentaria.
Desde la distancia de las grandes ciudades, probablemente no llamen la atención estas modestas obras repartidas a todo lo largo y ancho del territorio nacional, aunque su efecto en la economía popular y en la calidad de vida de la gente se siente en todo el país, como ya lo reflejan los números y la comparación del antes y el después.
Por ejemplo, en el 2024 la producción total de pesca de captura ascendió a 69 mil 224 toneladas métricas, con un beneficio extraordinario para los pescadores, para la economía y para las comunidades costeras dedicadas a este renglón económico, al multiplicar por 4 la producción pesquera del 2019, que alcanzó las 16 mil 66 toneladas métricas, la mejor de los 15 años previos.
Este resultado también ha sido complementado por el notable crecimiento de la acuicultura, impulsado por la administración del presidente Abinader a través del Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca) y otras organizaciones públicas y privadas. Esta modalidad de pesca experimentó un crecimiento notable en el 2024, con más de 3,000 toneladas de pescado, principalmente de tilapia. Los dominicanos ya consumen hasta el 40 % de las tilapias producidas localmente.
Sin embargo, el gran reto por delante es superar sustancialmente la producción nacional, tanto de pesca de captura como de acuicultura, para reemplazar en buena medida las importaciones de productos pesqueros que representan actualmente más de 52 mil 410 toneladas métricas, mayormente demandadas por el mercado turístico dominicano, con una inversión equivalente en divisas a RD$14,652 millones, según datos de la. Asociación Dominicana de Acuicultores.
Plan Nacional de Construcción y Rehabilitación de Muelles Pesqueros
Las comunidades beneficiadas por esta iniciativa son Sabana de La Mar y Las Cañítas, de Hato Mayor; La Yeguada y Miches, de El Seibo; Cabeza de Toro y Boca de Yuma, provincia La Altagracia; Catuano de la Isla Saona; La Caleta de La Romana; Boca Chica, provincia Santo Domingo; Haina y Sabana Grande de Palenque, San Cristóbal; Salinas, provincia Peravia; Muelle 4, de Azua; Caño del Yuti, Montecristi; Luperón, de Puerto Plata; Cabrera y Río San Juan, provincia María Trinidad Sánchez; y los muelles pesqueros de Sánchez y Santa Bárbara de Samaná.
Algunos de estos muelles turísticos y pesqueros, como son los casos de Sabana de La Mar, Boca Chica y Río San, debieron esperar más de 20 años de promesas incumplidas o iniciativas inconclusas, con un impacto altamente negativo para comunidades con un reconocido potencial para el desarrollo del turismo y la industria pesquera. .
El director de Apordom, Jean Luis Rodríguez, dijo recientemente que para el año 2026 la Autoridad Portuaria Dominicana planea construir entre seis y siete muelles turísticos y pesqueros adicionales, incluyendo el incorporado al Malecón de Nagua, en avanzado proceso de construcción.
El presidente Abinader informó en el pasado mes de junio que el Plan Nacional de Muelles Pesqueros y Turísticos involucra una inversión de 730 millones de pesos, con 19 muelles finalizados y 6 en ejecución, fortaleciendo la industria pesquera y el turismo y creando nuevas oportunidades económicas en las comunidades costeras.
Las inversiones correspondientes a los puertos de mayor envergadura se están financiando con recursos canalizados a través del sistema de fideicomiso, de empresas concesionarias, del Ministerio de Turismo y de APORDOM, entidades públicas que han reportado importantes ahorros financieros al tiempo de elevar significativamente el nivel de eficiencia en sus operaciones institucionales.
De acuerdo a las proyecciones oficiales, se espera que los puertos de cruceros de Barahona y Arroyo Barril comiencen a recibir las primeras embarcaciones en el 2026, mientras que el puerto multimodal de Manzanillo estaría operando a partir del 2027. (3-12-2025)
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