Mayor productora de mejillones del mundo después de China y Chile, esta región del noroeste de España asiste a un hundimiento de su producción marisquera. La producción de almejas ha caído un 72% en los últimos diez años y la de berberechos, un 36%. Las últimas cifras apuntan a unas pérdidas de 10 millones de euros en 2023. No ha habido ninguna mejora en el último año. La causa es el calentamiento global y la contaminación que afecta a Galicia.
Un reportaje desde Galicia de Diane Cambon
La producción de mejillón ha descendido, pero este molusco bivalvo es el que mejor está funcionando en la región. En Galicia, en algunas rías como la de Arousa, epicentro del marisqueo, la producción de berberechos y almejas ha caído un 80%.
Marina es mariscadora, una profesión que ya ejercían su madre y su abuela. Cada día, desde hace 30 años, peina la arena durante cuatro horas con la marea baja en busca de almejas finas, almejas de Manila y berberechos.
"Empecé con mi madre y no teníamos cuota. Recogíamos cubos enormes, lo que nos daba la marea. Hoy es totalmente impensable. Se nos permite un total de seis kilos por persona y día. En cualquier caso, cada vez hay menos, y las almejas ya no son tan grandes como antes. Es evidente que algo está pasando. Es el cambio climático, y nos está afectando enormemente", declara a RFI.
La crisis climática, que está provocando un aumento de la temperatura del agua y reduciendo la calidad del plancton del que se alimenta el marisco, está en boca de todos. También es la principal razón que esgrime Manuel Santos, coordinador de Greenpeace en Galicia, para explicar la caída de la producción del puerto de Vigo. El ecologista hace un balance dramático de la situación.
"Creo que podemos empezar a hablar del colapso del sistema ecológico en las rías de Galicia. Aquí solía llover suavemente durante todo el año, pero ahora caen fuertes chubascos, que tienen el efecto de bajar la salinidad de la ría. También hay otro factor que es la contaminación de las rías. Oficialmente, hay 2.000 vertederos, pero probablemente haya más, y el 10% están contaminados por productos muy tóxicos", denuncia.
A dos años de jubilarse, Marina no es optimista sobre el futuro de su profesión: «Con dos años malos seguidos, mucha gente está renunciando a su licencia de pesca. Creo que dentro de diez años vamos a desaparecer. No hay ayudas para la pesca artesanal, nada de nada. Sólo se ayuda a los grandes, a los industriales. No contamos para nadie y eso que lo hemos construido todo aquí, nuestras casas, nuestras vidas. Hemos criado a nuestros hijos en el mar.
"Las mariscadoras", como se las conoce en la costa gallega, son actualmente 2.800, frente a las 4.000 de hace sólo cinco años.
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