Cientos de personas que abarrotaban los bares y restaurantes en Willemstad, capital de Curazao, se estallaron de júbilo tras la clasificación.
"Me hace sentir increíble, increíble porque somos el país más pequeño que jamás haya llegado al Mundial, le demostraremos a todo el mundo que somos pequeños, pero tenemos un gran corazón", dijo sin identificarse a la AFP un aficionado de Curazao que salió a celebrar.
Pero mientras los clasificados celebran, Costa Rica y Honduras, las selecciones centroamericanas con más participaciones mundialistas, lloran su eliminación.
El técnico de Costa Rica, el mexicano Miguel Herrera, anunció que no seguirá, mientras que el entrenador de Honduras, el colombiano Reinaldo Rueda, rompió en llanto en plena rueda de prensa tras quedar fuera del Mundial.
La eliminatoria de la Concacaf otorgó tres billetes para los líderes de los grupos, y dos copas para la repesca a los dos mejores segundos.
La competencia llenó de ilusión a las aficiones de selecciones más modestas, que vieron en la ausencia de México, Estados Unidos y Canadá —clasificadas por ser anfitrionas— una oportunidad histórica para acudir al Mundial.
Curazao a su primer Mundial
Curazao hizo historia al empatar 0-0 frente a Jamaica en Kingston, al quedarse con el primer lugar del Grupo B del clasificatorio de la Concacaf.
El equipo curazoleño llegó a Jamaica necesitado solo de un empate, ante unos Reggae Boyz que aplazarán la ilusión de volver a una Copa del Mundo después de 28 años, con el repechaje como última oportunidad.
Sin embargo, afrontarán esa repesca con un nuevo técnico, tras la renuncia del inglés Steve McClaren.
Tras el pitazo final, la hazaña de los dirigidos por el neerlandés Dick Advocaat se transformó en gritos de júbilo, abrazos y lágrimas, una fiesta esperable para un equipo que representa una isla con menos de 200.000 habitantes.
Curazao, acostumbrada a habitar los últimos puestos de la región hasta hace apenas una década, se convierte así en la quinta selección caribeña que accede a una fase final mundialista, después de Cuba, Haití, Jamaica y Trinidad y Tobago.
Panamá, goleó y convenció
En el Grupo A, Panamá vendió su pase al golear 3-0 a El Salvador en el Estadio Rommel Fernández de la capital panameña.
Esta victoria clasifica por segunda vez a Panamá al Mundial, tras Rusia-2018, y envía a Surinam, que también se jugaba el boleto directo, a la repesca.
"Ahora no hay quien nos pare", dijo el seleccionador panameño, el hispano-danés Thomas Christiansen.
A esta última fecha, Surinam llegó empatado con Panamá en la tabla, pero con una ventaja de 3 goles sobre los canaleros, que debían esperar un pinchazo de su rival, que perdió 3-1 en Guatemala.
Con Christiansen, amante del fútbol de toque de la escuela del FC Barcelona, donde fue jugador, el equipo canalero terminó invicto el clasificatorio.
"Si mañana alguien llega tarde a trabajar lo entendemos, es un patriota que festejó hasta tarde", escribió en su cuenta de X el presidente de Panamá, José Raúl Mulino.
Haití vuelve 50 años después
Haití regresa a un Mundial medio siglo después de su primera participación, en Alemania-1974. Los caribeños lograron su boleto tras ganar 2-0 a Nicaragua.
Los haitianos, que jugaron como locales en el "destierro" de Curazao, por la crisis social y política que atraviesa su país, terminaron como líderes del Grupo C, por delante de Honduras y Costa Rica.
En San José, ticos y hondureños empataron 0-0, pero no fue suficiente para que accedieran a la repesca.
Cuartofinalistas en Brasil 2014, donde firmaron su mejor actuación histórica en seis participaciones mundialistas, los ticos apenas lograron un triunfo en la ronda final.
"Estoy apesadumbrado", afirmó el Piojo Herrera.
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