En esta maravillosa foto también podemos ver, títere en mano, a Reynaldo Disla y a Ana Hilda García, dos grandes precursores del teatro de títeres dominicano. Según datos testimoniales del propio Disla, el títere que sostiene Ana Hilda se llama Don Tomás (el que trabaja más), y así trabajó entre los años 1977 y 1984 en las obras: Memo contando y Tina y el pastel, de Disla. La cucaracha Martina, La ratita presumida, Alicia, Caperucita Roja, adaptaciones para títeres de Amarilis Rodríguez, El rey Midas, entre otras. La técnica de títere se llama “marote” (con boca articulada) y fue construido por Francisco Torres Ramírez, director y fundador de Títeres de Borikén, Puerto Rico.
Otro detalle a resaltar, además de la vestimenta de ambos titiriteros, la casetera y los otros títeres que aguardan unirse a la presentación, es el libreto colgado en el teatrino, justo detrás de Don Tomás, secreto a voces de algunos titiriteros.
Como dato extra, vale destacar que García fue la fundadora del Teatro Guiñol Dominicano, y esa agrupación tuvo un teatro, ubicado en el antiguo Quisqueya Park, hoy parque Iberoamericano, pero este, desapareció a causa del ciclón David, otro teatro destruido por un huracán. Pero esa, es historia para otra conversación fotográfica, más allá de la representación.
Compartir esta nota