El más reciente poemario de la destacada escritora dominicana Fania Herrera, Agua de mar, ya está disponible en Amazon y próximamente llegará en formato físico a eventos especiales en Santo Domingo y San Juan de la Maguana, República Dominicana. Esta obra, que fluye con la fuerza y la delicadeza de las olas, invita al lector a un viaje introspectivo y universal, donde la poesía se convierte en un espejo de la existencia humana.
Con una portada diseñada por el reconocido artista José Ramón Medina, titulada Dambaláh, un camino y una escalera para el ascenso (acrílico sobre lienzo, 24 x 30 pulgadas), este libro fusiona la profundidad de la palabra con la expresividad del arte plástico. A lo largo de 31 textos poéticos, Fania Herrera teje un tapiz de emociones y reflexiones que exploran temas como el paso del tiempo, la vulnerabilidad, la belleza efímera y la lucha constante contra los fantasmas del desvelo.
Uno de los poemas más impactantes de la colección, Agua de mar, es un desgarrador testimonio sobre la tragedia de Aylan Kurdi y de los incontables niños que han perecido en el mar, víctimas de las crisis migratorias y los conflictos geopolíticos. Con una voz profundamente empática, Herrera denuncia el fracaso de las estructuras globales para proteger a los más vulnerables, contrastando la indiferencia de las instituciones con la humanidad perdida en las aguas.
El poema se construye en torno a una imagen central: el cuerpo del niño en la orilla, convertido en símbolo del desamparo. A través de un ritmo pausado y evocador, la autora explora la brutal ironía de un mar que, siendo fuente de vida y refugio de mitologías, se convierte en el sepulcro de inocentes. La repetición de “Ah, pequeño Aylan” funciona como un lamento, dotando al poema de un tono elegíaco y de denuncia.
Otro de los poemas destacados, En donde esté mi corazón, es un canto a la vida y a la conexión profunda con la naturaleza y la existencia. A través de una estructura repetitiva, Herrera refuerza la idea de una presencia vital constante en todo lo que rodea al yo poético. La imagen de una “puerta abierta” hacia el bosque y el mar sugiere un espacio de libertad y de comunión con el entorno.
En ¡Oh trapo de ilusión, bandera mía!, la poeta aborda con emotividad y simbolismo la identidad nacional, la resistencia y la lucha por la libertad. Con un lenguaje rico en imágenes y una estructura cuidadosamente trabajada, esta pieza se convierte en un canto a la perseverancia y en un recordatorio de la importancia de preservar la identidad cultural frente a las fuerzas externas que buscan transformarla o suprimirla.
Finalmente, Breve historia del hombre se erige como una crítica mordaz a la evolución humana, desde la caverna hasta la era moderna. A través de una progresión bien lograda, Herrera expone la paradoja del “progreso”, donde la expansión del conocimiento y la conquista del mundo material han ido de la mano con una creciente insatisfacción y una pérdida de valores esenciales. La repetición de “¡Esto es mío!” actúa como un leitmotiv que refuerza la idea de la posesividad y la ambición como motores de la historia humana. El cierre del poema, con la imagen de un cerebro más pequeño y un corazón vacío, sintetiza con contundencia el dilema de nuestra evolución.
Con Agua de mar, Fania Herrera nos entrega un poemario que, a través de su sensibilidad y profundidad, interpela, conmueve y transforma. Es una obra que nos enfrenta a la belleza y al dolor de la existencia, recordándonos que, como las olas, somos parte de un vaivén incesante de emociones, recuerdos y luchas.
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