Título original: Bugonia. Año: 2025. Género: Comedia, Ciencia Ficción. País: Irlanda. Dirección: Yorgos Lanthimos. Guion: Will Tracy, Jang Joon-hwan
Elenco: Emma Stone, Jesse Plemons, Aidan Delbis, Stavros Halkias
Duración: 1 hora 58 minutos
“Bugonia”, la última incursión de Yorgos Lanthimos en el ámbito de la sátira extrema y la reconfiguración del género, se desarrolla a través de una estructura narrativa que oscila entre la comedia negra y el thriller psicológico, uno de los sellos distintivos de su estilo.
La película toma su premisa central del filme surcoreano “Save the Green Planet” (Jang Joon-hwan, 2003), aunque entreteje una arquitectura narrativa más geométrica que muestra el perfil visual de Lanthimos.
En este relato el director reinterpreta el choque entre la creencia y la paranoia con suma frialdad, reconstruyendo los códigos del secuestro en un sistema simbólico en el que la violencia y la ternura intercambian inesperadamente sus lugares.
La historia infunde un humor absurdo permitiendo que la narrativa fluya a través de diversos tonos, llevando a los espectadores a un mundo en el que sus certezas se ven constantemente erosionadas.
En este sentido, la progresión dramática de la película se basa en una serie de revelaciones parciales que mantienen en vilo la verdad de la conspiración central. Lanthimos emplea la ambigüedad visual como herramienta para perturbar la percepción del público, obligándolo a cuestionar el origen de la paranoia y el peso de la subjetividad presente en la narración.
El resultado es un argumento que parece avanzar y retroceder en su propio eje, similar al modo en que “The Lobster” (2015) manipulaba su lógica interna para replantear las dinámicas afectivas de sus personajes.
La relación entre los dos jóvenes conspiranoicos y la presidenta secuestrada se convierte en el eje dramático desde el cual se construye el conflicto moral del filme. De este modo, el desarrollo argumental adquiere una dimensión introspectiva, explorando cómo el fanatismo, la necesidad de sentido y la disonancia cognitiva modelan la conducta humana.
El diálogo con otras obras del director se hace evidente en la manera en que la película examina sistemas de creencias que sustituyen la lógica por la necesidad emocional, un tema recurrente en “The Favourite” (2018) o en “Poor Things” (2023).
En “Bugonia”, esta obsesión se intensifica al presentar el delirio conspirativo como una forma frágil de resistencia, pero también como un reflejo del colapso en la comunicación actual. La película actúa como un espejo distorsionado que amplifica la tensión entre la realidad y la ficción, evocando el gusto del director por esos mundos absurdos que, a pesar de todo, resuenan con una inquietante verdad.
Emma Stone (Michelle) brinda una actuación que reúne varios aprendizajes de sus colaboraciones anteriores con Lanthimos. Su personaje, la presidenta secuestrada, muestra una mezcla de autoridad, vulnerabilidad y una extraña corporeidad.
Stone maneja con maestría la evolución de su personaje, modulando poco a poco el cambio de poder entre la cautiva y sus captores, lo que añade un toque de imprevisibilidad que enriquece la tensión dramática.
Por su parte, Jesse Plemons (Teddy) entrega una actuación profundamente perturbadora, construida desde la contención y la intensidad silenciosa que lo caracterizan. Plemons encarna a un conspiranoico cuya convicción paranoide se expresa más en la rigidez gestual que en los estallidos emocionales, estableciendo una línea interpretativa que dialoga con el tratamiento de personajes moralmente ambiguos.
En el contexto simbólico de la película, el título “Bugonia” adquiere un significado profundamente metafórico al recordar el antiguo mito grecorromano de la bugonía, un ritual que Virgilio describió donde las abejas surgían del cadáver de un buey.
Este término resalta cómo Lanthimos investiga la tensión entre destrucción y renacimiento, mostrando que de las creencias más delirantes o de los sistemas más corruptos pueden emerger nuevas formas de vida social, aunque no siempre en su versión más brillante.
“Bugonia” se erige como una obra que funciona como una meditación sobre la fe irracional y la fragilidad humana, pero también como una relectura crítica de la cultura de la conspiración contemporánea. Su combinación de rigor formal y complejidad psicológica la posicionan como una pieza destacable dentro de la filmografía de este director.
Compartir esta nota
