Aún estoy aquí

Título original: Ainda estou aquí. Año: 2024. Género: Drama. País: Brasil. Dirección: Walter Salles. Guion: Murilo Hauser, Heitor Lorega. Libro: Marcelo Rubens Paiva. Elenco: Fernanda Torres, Selton Mello, Fernanda Montenegro, Valentina Herszage. Duración: 2 horas 15 minutos

A través de la exploración de la identidad y la memoria social, Walter Salles ha podido construir una filmografía capaz de establecer lineamientos discursivos con la historia de América Latina. Por eso, su trabajo como cineasta, ha tenido una repercusión favorable en la nueva generación de realizadores en Brasil, legado, a su vez, de aquellos viejos creadores que plantaron la semilla de criticidad cinematográfica por aquellos años sesenta.

Desde su celebre “Estación Central” (1998) o “Diarios de motocicleta” (2004), Salles ha tenido una evolución como realizador, capturando la esencia de las historias latinoamericanas y convirtiéndolas en profundos discursos emocionales.

Ahora, con “Aún estoy aquí”, busca nuevamente afianzarse en la memoria, en la dictadura y la represión para hurgar en esas heridas intimas y familiares que han trazado el mapa de dolor en la historia brasileña.

Basada en las memorias de Marcelo Rubens Paiva, en las que narra cómo su madre Eunice Paiva (Fernanda Torres), la esposa de Rubens Paiva (Selton Mello), excongresista brasileño, se vio obligada al activismo político cuando Rubens fue capturado, torturado y asesinado en 1971 por el régimen de la dictadura militar en Brasil.

“Ainda Estou Aquí”, contada en tres épocas: 1971,1996 y 2014, es una obra que explora la evocación, la identidad y la conexión humana en un contexto de cambios sociales en la que Salles presenta un relato íntimo y contemplativo sobre la permanencia emocional de las personas y los rastros de violencia que han sacudido a miles de familias latinoamericanas.

La estructura narrativa de la película se desarrolla de manera pausada, favoreciendo un ritmo reflexivo que permite al espectador sumergirse en la situación protagónica. Salles emplea un enfoque fluido en su primera parte para detenerse en el enfoque familiar, la relación de cada componente de los Paiva y el tipo de sociedad que estaba viviendo Brasil en esa época, especialmente en ciudades como Rio de Janeiro y Sao Paulo haciendo que la historia se sienta más orgánica y emocionalmente auténtica.

La dirección del director brasileño destaca por su enfoque minimalista y realista. Prefiere capturar las emociones a través de pequeños gestos y miradas, en lugar de recurrir a dramatismos excesivos. Su manejo del tiempo y el espacio en la pantalla contribuyen a la sensación de introspección, permitiendo que el espectador experimente la historia junto a la protagonista en lugar de simplemente observarla. De esta manera crea un equilibrio entre lo visual y lo emocional, reforzando la atmósfera angustiante y a la vez melancólica de la película.

La puesta en escena es crucial para la inmersión en la historia. Los escenarios urbanos y espacios cerrados con objetos y elementos visuales dentro del entorno que funcionan como símbolos del pasado, enriquecen la narrativa sin necesidad de diálogos explicativos.

El personaje de Eunice construido a través del extraordinario trabajo interpretativo de Fernanda Torres es el centro de todo, adornada de momentos sutiles pero poderosos el cual transmite todo a través de expresiones contenidas y silencios significativos.

La aparición de Fernanda Montenegro (madre de Torres en la vida real y una referencia del cine brasileño), que interpreta a esa Eunice ya anciana y víctima del Alzheimer, es la más perfecta conclusión que pudo haber tenido la película. Totalmente desconectada del mundo actual y sin tener idea de lo que fue su lucha, cierra una narrativa existencialista, pero a la vez apela a la remembranza familiar y colectiva que nunca se olvida.

El elenco secundario complementa la historia sin opacar el viaje emocional central. El realizador dirige a sus demás actores de manera natural, permitiendo que sus interpretaciones fluyan con autenticidad y se sientan genuinas.

“Ainda Estou Aquí” es una obra introspectiva que destaca por su narrativa sensible, su dirección cuidadosa y sus actuaciones conmovedoras. Walter Salles reafirma su capacidad para contar historias ofreciendo una película con una impresión duradera en el espectador, invitándolo a reflexionar sobre su propio vínculo con el pasado, la identidad y esas historias de dolor que abundan en el cine latinoamericano.