El FBI ofrece una recompensa de hasta 50.000 dólares por cualquier información que permita capturar a Vance Boelter, acusado de matar a balazos a Melissa Hortman y a su esposo el sábado, así como de herir gravemente al senador estatal John Hoffman y a su esposa, en dos suburbios de Mineápolis.
El doble atentado ha conmocionado a la clase política de todo el país, en un momento de alta tensión por las políticas del presidente republicano Donald Trump.
Boelter, "un hombre blanco de 57 años", considerado "armado y peligroso", fue visto por última vez el sábado por la mañana "con un sombrero vaquero claro", según la policía, que desplegó "cientos" de agentes en su búsqueda.
Supuestamente se dirigió en la madrugada del sábado a las casas de Hoffman y Hortman. En una foto compartida por las autoridades, Boelter aparece con un uniforme policial, y lo que parece ser una máscara de látex tocando el timbre de una casa.
Boelter aparece en la web de la empresa de seguridad privada Praetorian Guards Security Services como director de patrullas de la compañía.
David Carlson, compañero de vivienda de Boelter, declaró a la cadena local de televisión KARE que antes de los ataques recibió un mensaje de texto del fugitivo en el que le informaba de que se ausentaría por un tiempo y que quizás moriría pronto.
El sospechoso, que huyó a pie tras un intercambio de disparos con la policía cerca de la residencia de Hortman, dejó en su coche un manifiesto, cuyo contenido no fue precisado por la autoridades, y una lista de funcionarios, entre ellos los dos afectados y otras figuras políticas del estado.
– "Vínculo con el aborto" –
Los atentados ocurrieron horas antes que Trump, que el sábado cumplía 79 años, organizara el mayor desfile militar del país en décadas, en medio de protestas en contra de su política migratoria y tras una semana marcada por el despliegue de soldados en Los Ángeles, epicentro de estas manifestaciones.
Amy Klobuchar, senadora demócrata de Minnesota en el Congreso en Washington, expresó el domingo su "preocupación por todos nuestros funcionarios" tras este ataque "motivado políticamente".
"Había un vínculo con el aborto debido a los grupos" que aparecen en la lista -incluidas clínicas de aborto, según los medios- encontrada en el auto del sospechoso, dijo Klobuchar en una entrevista con la cadena NBC.
Hortman, de 55 años y madre de dos hijos, fue presidenta de la Cámara de Representantes de Minnesota y hizo del derecho al aborto su gran prioridad.
"Debemos reducir la tensión política", insistió Klobuchar en CNN.
El senador republicano de Kentucky (centro este) Rand Paul, atacado por un vecino en 2017, declaró el domingo a NBC que "nada nos acerca más que el luto por otro político, sea demócrata o republicano".
El gobernador de Minnesota, el demócrata Tim Walz, excompañero de Kamala Harris en las últimas elecciones presidenciales que ganó Trump, ordenó bajar las banderas a media asta en su estado.
Lo que "parece ser un acto de violencia política selectiva", según las palabras de Walz, ocurrió en un Estados Unidos cada vez más fracturado.
Trump, que sobrevivió a un intento de asesinato durante un mitin de campaña en julio pasado en Pensilvania, condenó los ataques y aseguró que los responsables afrontarán "todo el peso de la ley".
Consultado el domingo por la mañana sobre la situación en Minnesota y si planeaba llamar a Walz, antiguo adversario suyo, Trump respondió: "Es terrible. Creo que es un muy mal gobernador, alguien completamente incompetente. Pero podría llamarlo, como podría llamar a otras personas". (Ulysse BELLIER)
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