En el marco del mes de las madres, especialistas alertan sobre la baja prioridad que muchas mujeres otorgan a su bienestar físico y emocional durante los primeros años de crianza.
La falta de tiempo, el agotamiento y las responsabilidades asociadas a la maternidad dificultan que muchas madres incorporen rutinas mínimas de actividad física en su día a día.
Distintos estudios y voces del sector salud coinciden en que el movimiento diario, incluso de forma moderada, incide positivamente en la salud mental, el ánimo y el descanso.
Entre los principales beneficios del ejercicio se citan la disminución de los niveles de ansiedad, la prevención de síntomas asociados a la depresión postparto y la mejora de la autoestima.
Para mujeres sin tiempo ni gimnasio
Actividades como caminar, bailar o realizar ejercicios breves en casa son opciones viables para mujeres que disponen de poco tiempo o no cuentan con acceso a gimnasios.
Especialistas consultados recomiendan establecer rutinas cortas, de entre 10 y 20 minutos, priorizando la constancia sobre la duración o intensidad.
También se sugiere integrar a los hijos en la práctica, mediante juegos o movimientos compartidos, para facilitar la incorporación del ejercicio en la rutina materna.
El llamado general es a concebir el movimiento no como un lujo, sino como una herramienta básica de autocuidado, clave para sostener la salud física y emocional durante la crianza.
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