La exdirectora de políticas públicas globales de Facebook, Sarah Wynn-Williams, expone en su libro Careless People un retrato crítico de la compañía, señalando que sus líderes eran egocéntricos e ineficaces, lo que permitió la proliferación de desinformación y lazos con regímenes autoritarios.
Según The New York Times, la editorial mantuvo en secreto la existencia del libro hasta hace pocos días.
Wynn-Williams, quien trabajó en Facebook de 2011 a 2018, revela que la empresa se convirtió en un vehículo para manipulaciones políticas, incluyendo el uso de la plataforma en la campaña de Donald Trump en 2016.
Durante su tiempo en la compañía, Wynn-Williams trabajó directamente con Mark Zuckerberg y Sheryl Sandberg, comparándolos con los personajes Tom y Daisy de El gran Gatsby, quienes "destruían cosas y dejaban que otros limpiaran el desastre".
El libro describe el cambio de Zuckerberg, quien pasó de centrarse en la tecnología a buscar influencia política.
En un episodio, intentó reunir una multitud de un millón de personas en Asia para aumentar su popularidad. Sandberg, por su parte, es retratada como una líder con un carácter volátil.
Wynn-Williams detalla episodios donde Sandberg ejercía presión sobre empleados, incluyendo la compra de lencería costosa por parte de su asistente y comportamientos cuestionables en viajes laborales.
Otro exdirectivo mencionado es Joel Kaplan, vicepresidente de política global, a quien Wynn-Williams acusa de acoso e insistentes solicitudes de trabajo durante su licencia de maternidad, incluso tras una complicación médica grave.
El libro también aborda la responsabilidad de Facebook en la crisis de Birmania, donde la falta de regulación facilitó la propagación de discurso de odio, contribuyendo a la persecución de la minoría rohingya.
Wynn-Williams detalla además el proyecto Aldrin, una iniciativa secreta de Facebook para entrar en China a través de acuerdos con el gobierno.
Según la autora, Zuckerberg mintió al Congreso estadounidense sobre la extensión de estas negociaciones.
Tras su salida de la empresa, Wynn-Williams presentó una denuncia como informante ante la Comisión de Bolsa y Valores.
Su libro es una advertencia sobre el poder sin restricciones de la compañía, que describe como una "autocracia de uno" bajo el control de Zuckerberg.
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