Las condiciones clínicas del papa Francisco se mantuvieron estables este miércoles, en su vigésimo día ingresado en el hospital Gemelli de Roma, donde empezó la fisioterapia motora, informó la Santa Sede.
"El Santo Padre también hoy ha seguido estable sin presentar episodios de insuficiencia respiratoria (…) En consideración a la complejidad de su cuadro crítico, el pronóstico permanece reservado", se lee en la nota del Vaticano.
El pontífice, de 88 años, se encuentra ingresado desde el pasado 14 de febrero a causa de una neumonía bilateral y otros problemas respiratorios.
Asimismo, ha proseguido con su terapia de oxígeno a altos flujos y en la noche, como estaba programado, reanudará con la ventilación mecánica no invasiva, administrada con una máscara.
El papa ha incrementado la fisioterapia respiratoria y ha empezado con la motora o muscular: es la primera vez que el Vaticano alude a estos últimos ejercicios en su boletín diario.
Hoy ha pasado el día sentado en el sillón y esta mañana, en el apartamento pontificio en la décima planta del Gemelli, ha participado en el rito del Miércoles de Ceniza.
Francisco ha bendecido las cenizas y después las ha recibido con la eucaristía.
Después se ha dedicado a algunas tareas laborales, algo que había interrumpido con las últimas crisis de los días anteriores.
Además, durante esta mañana ha vuelto a llamar por teléfono al párroco de la Franja de Gaza, Gabriel Romanelli, y en la tarde ha alternado el reposo y el trabajo.
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