El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, viaja este sábado a Londres para participar el domingo en la cumbre europea sobre Ucrania, en la que se prevé que se ofrezca un respaldo total al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Inicialmente a la cumbre solo iban a acudir líderes europeos, pero Trudeau anunció su decisión de viajar a Londres tras el duro enfrentamiento en la Casa Blanca del presidente estadounidense, Donald Trump, y su vicepresidente, JD Vance, con Zelenski.

Tras el encontronazo, que fue televisado en directo a todo el mundo, Trudeau expresó su apoyo a Ucrania en un mensaje en las redes sociales en el que indicó que Canadá "seguirá apoyando a Ucrania y los ucranianos para conseguir una paz justa y duradera".

"Desde hace tres años, los ucranianos han luchado con coraje y resiliencia. Su lucha por la democracia, la libertad y la soberanía es una lucha que nos concierne a todos", añadió.

Otros políticos canadienses, de todo el espectro político, censuraron el ataque de Trump y Vance a Zelenski.

Desde la llegada al poder de Trump, Canadá, tradicionalmente el más estrecho aliado de EE.UU., ha sufrido constantes ataques por parte de la nueva administración estadounidense lo que está empujando a Ottawa a buscar apoyo en los países europeos.

Trump ha ridiculizado en repetidas ocasiones a Trudeau, al que califica constantemente como "gobernador", y ha expresado su intención de anexar Canadá para que el país se convierta en el estado número 51 de EE.UU.

El líder republicano ha indicado que está dispuesto a utilizar "la fuerza económica" de EE.UU. para lograr la anexión de Canadá.

Lo que en principio Canadá consideraba como una broma de mal gusto ahora es visto por muchos canadienses como una amenaza real a la soberanía del país.