Uno de los principales retos del papa León XIV es continuar la lucha contra las agresiones sexuales en la Iglesia iniciada por Francisco, pero su equilibrio ambivalente en el Perú genera preocupación entre las oenegés de defensa de las víctimas.

Robert Francis Prevost se convirtió el jueves en el 267º papa tras una larga trayectoria en Perú, donde el entonces obispo de Chiclayo tuvo que hacer frente a estos escándalos que sacudieron desde hace años la Iglesia católica.

Poco después de su elección, la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) destacó en una rueda de prensa desde el país andino que el sucesor de Francisco "abrió la senda" a la defensa de víctimas de agresiones en Perú.

Pero los oenegés SNAP y Bishop Accountability emitieron sendas declaraciones en las que cuestionan el compromiso del segundo papa de las Américas, de 69 años, para levantar el secreto.

"¿El papa León XIV convertirá la lucha contra los abusos y el encubrimiento en una prioridad?", se pregunta en un comunicado Anne Barrett Doyle, codirectora de Bishop Accountability.

– "No publicó" los nombres –

Las inquietudes remontan al período en que el primer pontífice agustino era obispo de Chiclayo, en el norte de Perú, entre 2013 y 2025.

"No publicó el nombre de ninguno" de los culpables, agregó Barrett Doyle.

La Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP) recordó que durante ese período tres víctimas informaron de sus acusaciones a su diócesis, en vano, y terminaron por señalarlas a las autoridades civiles en 2022.

Según la oenegé, Prevost "no abrió una investigación" y "envió información inadecuada a Roma", por lo que "la diócesis permitió que el sacerdote [incriminado] continuara oficiando misa".

Previamente, como jefe de los agustinos en Chicago, permitió que un sacerdote acusado de agredir sexualmente a menores viviera en un convento agustino cerca de una escuela de la ciudad en el año 2000, agregó.

– No se despojó de títulos –

En enero de 2023, el papa Francisco lo llamó al Vaticano para dirigir el dicasterio (ministerio) para los Obispos, en reemplazo del cardenal canadiense Marc Ouellet que fue acusado de agredir sexualmente a una mujer y renunció por motivos de edad.

Meses después lo nombró cardenal.

Como prefecto de este dicasterio, le correspondencia supervisaría los casos presentados contra obispos acusados ​​de abusos sexuales y de encubrimiento.

"Mantuvo el secreto de ese proceso" y "bajo su supervisión, ningún obispo cómplice fue despojado de su título", lamentó Bishop Accountability.

– Sodalicio, el "esperanzador" precedente –

Antes de que Prevost saliera de Perú, Francisco ordenó intervenir el Sodalicio de Vida Cristiana (SCV), una congregación ultraconservadora de laicos y sacerdotes de origen peruano.

Tras siete años de investigaciones, el fallecido papa argentino ordenó este año disolver esa organización, tras las denuncias contra cuatro líderes del SCV.

Los miembros de la cúpula abusaron sexualmente de 19 menores y 10 mayores entre 1975 y 2002, reconoció la misma congregación.

Pedro Salinas, una de las víctimas, aseguró que Prevost utilizó "un papel extremadamente importante" para la disolución, destaca Barrett Doyle, sobre un precedente "esperanzador".

En enero pasado, el aún cardenal Prevost también recibió en El Vaticano a José Enrique Escardó, una de las primeras víctimas que denunció los abusos del Sodalicio.

– Llamado a actuar –

El papa Francisco lanzó muchas medidas para luchar contra la pedocriminalidad en la Iglesia, como el levantamiento del secreto pontificio y la obligación de señalar los casos a la jerarquía.

Pero las asociaciones de víctimas se mostraron decepcionadas con su acción. Su sucesor hereda ahora esta cuestión, uno de los mayores desafíos para la Iglesia.

Muchos países asiáticos y africanos consideran ese problema como un tabú. Inclusive en Europa, donde Italia no ha iniciado una investigación independiente de los casos.

SNAP llamó a León XIV a "tomar medidas decisivas en los primeros 100 días" de pontificado contra los abusos sexuales, entre ellas una ley universal de tolerancia cero en el derecho canónico y un fondo de reparación.

"Nosotros rechazamos el encubrimiento y el secreto, eso hace mucho daño, pues tenemos que ayudar a las personas que han sufrido por el mal actuar", declaró el hoy papa al diario peruano La República en una entrevista de junio del 2019.