La Coalición Enriquillo, a través de su vocero, descalificó las declaraciones del director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olmedo Caba, quien tildó de "normales" las filtraciones registradas en la Presa de Monte Grande (PMG), por lo que aseguró que la obra no presenta "ninguna dificultad".
En sentido totalmente contrario, el vocero de la Coalición Enriquillo, el ingeniero civil Leonardo Mercedes, reiteró hoy en un comunicado que las fugas en la PMG tienen la capacidad de provocar "la más grande catástrofe de la historia nacional".
El profesional, que no olvidó recordar que tiene un máster en Ingeniería Sanitaria y Ambiental, advierte en su escrito que no tiene "intención ni interés" en polemizar con quien llama "colega y buen amigo", pero subrayó que Olmedo Caba ha dado unas "pobres y poco convincentes respuestas ante al cuestionamiento de la prensa que le abordó en relación con un caso tan serio como el de la presencia de fugas en la PMG".
En su texto, Leonardo Mercedes efectúa una serie de precisiones y recomendaciones, "con el solo propósito -dijo- de contribuir a la búsqueda del mejor abordamiento y solución del problema, desde el punto de vista de la ingeniería hidráulica y la gestión de presas".
VOCERO COALICIÓN ENRIQUILLO RESPONDE AL DIRECTOR DEL INDRHI
No es nuestra intención ni interés polemizar con el director ejecutivo del INDRHI, el colega y buen amigo Ing. Olmedo Caba Romano, sobre los preocupantes problemas que acusa el Proyecto Múltiple Presa de Grande (PMPMG) ni mucho menos atizar la alarma que se ha encendido entre los pobladores de la Región Enriquillo, tras la denuncia la semana pasada de la existencia de fugas o filtraciones de agua al pie de la pantalla de dicha presa.
Pero sus pobres y poco convincentes respuestas ante al cuestionamiento de la prensa que le abordó en relación con un caso tan serio como el de la presencia de fugas en la PMG, capaz de provocar la más grande catástrofe de la historia nacional, me obligan a hacer varias precisiones y recomendaciones, con el solo propósito de contribuir a la búsqueda del mejor abordamiento y solución del problema, desde el punto de vista de la ingeniería hidráulica y la gestión de presas.
El colega Caba Romano, en un típico comportamiento de funcionario público, ha restado importancia al problema y, por eso, lo despacha en forma poco profesional diciendo que “son normales” y que “no representan ninguna dificultad”, cuando él como director del INDRHI, sabe muy bien que eso no es verdad, que en el país tenemos 34 presas, de decenas de años de construcción, y ninguna ha presentado problemas de fugas, y que la PMG, sin haberse concluido, probado ni entregado, ya está filtrando agua a chorros por debajo de su muro.
Además, contrario a lo que dice, sabe que dichas fugas representan, más que una dificultad, un grande y peligroso riesgo para la estabilidad de la presa y la seguridad y vida de las poblaciones que habitan aguas abajo de su muro, ya que dichas fugas podrían hacerla colapsar y generar una catástrofe sin precedentes en el país y en el continente, de no ser sistemáticamente monitoreadas, controladas y corregidas a tiempo.
Es cierto, como se sabe, que el INDHRI está monitoreando las fugas de la PMG, pero, para mayor credibilidad de sus declaraciones y el despeje de cualquier duda en la población, el colega Caba Romano debería convocar a los medios de prensa y mostrarles los registros de dichas mediciones, para que, a su través, la opinión pública sepa, a ciencia cierta, cuántos son los m3/s que está saliendo por debajo de la pantalla de la PMG y si representan o no un peligro para la misma presa y las poblaciones aguas abajo.
Al mismo tiempo, debería mostrar al país la parte de las Memorias de Diseño de la PMG, en donde se determina y especifica el “Rango de Permisibilidad de Fugas” asumido para su operación y decirle cuántos m3/s están saliendo por debajo de su muro, para saber con seguridad si en verdad están dentro o fuera de sus límites.
Pero el director del INDRHI emite sus declaraciones y luego no se preocupa por aportar y demostrar evidencias concretas de la veracidad de sus palabras. Y el país no está obligado ni tiene por qué creerle lo que él diga; como tampoco tendría que creer lo que al respecto pudieren decir el contratista y el supervisor del proyecto, porque ambos, como brasileños, socios de Odebretch y de su misma naturaleza moral, se han confabulado para extender de 3.5 a 11 años el tiempo de construcción de la obra y de 253.4 a 623.4 US$ su costo de ejecución.
Lo mejor que pudiera hacer el gobierno para asegurarse bien de lo que está pasando, controlar sus riesgos y ejecutar las acciones que conduzcan a la eliminación o manejo seguro de dichos riesgos y de cualquier posibilidad de colapso de la presa, es gestionar y obtener una Asesoría Técnica Especializada de parte de los organismos internacionales especializados en la materia, como la Comisión Internacional de Grandes Presas (ICOLD-CIGB), el Comité Regional de Recursos Hidráulicos del SICA (CRRH) y de países amigos con reconocida experiencia en la construcción y gestión de presas, como México y Brasil, en el marco de los acuerdos de cooperación y asistencia técnica, a fin de que se realicen los estudios de lugar, desde el punto de vista de la ingeniería hidráulica y la gestión de presas.
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