Los presidentes de las filiales provinciales y municipales de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de las provincias Samaná, María Trinidad Sánchez, Sánchez Ramírez, Duarte y Hermanas Mirabal, emitieron una declaración conjunta tras debates sobre la situación de los derechos humanos en sus comunidades.
Durante una reunión en el marco del Precongreso Regional Nordeste, los representantes de la CNDH denunciaron violaciones a los derechos humanos y al medio ambiente derivadas de la expansión descontrolada de la actividad minera en la región, señalando daños irreparables a ecosistemas, fuentes hídricas y la salud de poblaciones vulnerables.
Asimismo, criticaron "la negligencia" del Estado en la protección de los recursos naturales, particularmente en la Cordillera Septentrional, a la que calificaron como uno de los patrimonios ecológicos más valiosos del país.
De igual forma, expresaron su preocupación ante la posible aprobación de un nuevo Código Penal "regresivo", que atenta gravemente contra los derechos de las mujeres, de las niñas y niños y adolescentes, y que representa un retroceso inadmisible en materia de derechos, equidad y justicia social.
"Hacemos un llamado al presidente de la República a que no promulgue esta ignominia jurídica y a no ceder frente a presiones retrógradas", indicaron.
Además, denunciaron la situación del sistema penitenciario, marcado por la sobrepoblación carcelaria, condiciones inhumanas, falta de atención integral y ausencia de políticas efectivas de reinserción social.
"Exigimos reformas estructurales urgentes que garanticen un trato digno a las personas privadas de libertad, en consonancia con los estándares internacionales en materia de derechos humanos", destacaron.
Tambien denunciaron la violencia de género en las comunidades y la escasa atención que recibe este flagelo.
Manifestamos nuestra preocupación por la manera ligera e insensible con que, en muchos casos, el sistema judicial trata las denuncias de agresión contra mujeres, permitiendo la libertad de agresores mediante la simple aplicación de garantías económicas, incluso en situaciones de extrema gravedad. Esta práctica no solo revictimiza a las sobrevivientes, sino que perpetúa la impunidad y el ciclo de violencia.
Finalmente, los representantes de la CNDH reafirmaron su compromiso como defensores de los derechos humanos, haciendo un llamado a las autoridades, a la sociedad civil y a la opinión pública a trabajar por una región donde se respete la vida, la dignidad, el medio ambiente y los derechos fundamentales.
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