El Gobierno cubano reiteró este sábado mensajes de unidad y reconoció que para superar la profunda crisis económica en la que está sumida la isla hace falta corregir "errores" y "deficiencias" internas.
En el acto central del 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, el primer ministro, Manuel Marrero, aseguró que el país "como nunca antes" enfrenta "desafíos enormes, tanto internos como externos".
Afirmó que uno de los principales retos del Ejecutivo es reducir los "molestos apagones que tanto afectan a la población y a la economía".
Es el segundo año consecutivo en el que el discurso principal del evento no es encabezado por el presidente, Miguel Díaz-Canel, ni por su antecesor, Raúl Castro (2008-2018). En 2024, la principal intervención fue del vicepresidente cubano, Salvador Valdés.
Asaltos del Moncada
Los frustrados asaltos a los cuarteles militares de Moncada y Carlos Manuel de Céspedes se conmemoran como la primera acción armada contra el régimen de Fulgencio Batista (1952-1959) de una revolución que triunfaría seis años después.
La toma de estas instalaciones en las provincias de Santiago de Cuba y Granma (oriente cubano) pretendía provocar una insurrección popular, pero fracasó y acabó con el encarcelamiento, tortura y muerte de muchos de sus participantes.
Otros, como los Castro, fueron juzgados, condenados y encarcelados, pero amnistiados dos años más tarde, lo que les permitió salir del país y reorganizarse.
La acción es recordada anualmente en Cuba con grandes actos en el principal festivo del país, excepto en 2021 cuando se celebró en un formato reducido por la pandemia.
En los últimos días, y como es habitual, los principales medios de comunicación oficialistas dedicaron espacios a resaltar los sucesos de las acciones del 26 de julio de 1953 y su significado histórico para el devenir del país en las subsiguientes décadas.
El triunfo de la revolución propició la instauración de un sistema socialista en Cuba que perdura hasta la actualidad.
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