Verón-Punta Cana, Por Germán Reyes.- Desde que estuvo aquí la ministra Faride Raful el sábado pasado (día 24 de marzo de 2024) se han tomado todas las medidas para garantizar la seguridad a propósito de la marcha del próximo domingo, declaró Chandrai Estévez, la viceministra de Sectores Vulnerables del ministerio de Interior y Policía, en una reunión con decenas de pastores de iglesias protestantes en el local de la Casa de la Cultura de El Hoyo de Friusa, en Verón-Punta Cana.
Estévez procuró el apoyo de los pastores protestantes a propósito de la marcha convocada por el grupo nacionalista Antigua Orden Dominicana, que dirige Ángelo Alexander Vásquez Hernández, para repudiar a los trabajadores haitianos “ilegales” residentes en El Hoyo de Friusa, un barrio del paraje Bávaro, del distrito municipal Verón-Punta Cana, provincia La Altagracia.
La Antigua Orden Dominicana es una organización autodeclarada como antihaitiana. Ha fijado su norte en procurar la expulsión de quienes llama «haitianos ilegales», es decir, aquellos carentes de papeles.
La protesta se deberá realizar “sin alteración del orden público, la seguridad del Estado, el funcionamiento regular de los servicios públicos o de utilidad pública, y que no obstaculice el desenvolvimiento de las actividades regulares”, según hizo constar Interior y Policía.
La fecha prevista ha sido fijada el día domingo, 30 de marzo de 2025, desde las 2:00 p.m., hasta las 6:00 p.m.
La marcha deberá iniciar desde la acera de la avenida España, tramo desde la carretera Higüey-Miches hasta llegar el lugar conocido como Plaza Pichardo, un establecimiento que ya no existe, ubicado en el sector EI Hoyo.
Manolito, el director distrital
El director del distrito municipal Ramón Ramírez, conocido como Manolito, confió a dirigentes comunitarios que la ministra Raful se reunió con los altos mandos militares y policiales para que sean adoptadas las acciones pertinentes, informó el pastor Wilson Chal.
El patrullaje que realizamos las 24 horas de cada día lo hemos incrementado, de manera que “ni un mosquito” se mueva fuera del control que hemos asumido en Friusa, declaró el mayor José Ramírez, del destacamento policial de El Hoyo de Friusa.
Además de un destacamento, en El Hoyo de Friusa, donde reside una gran parte de obreros haitianos, dominicohaitianos y sus familiares, hay otros dos cuarteles: Uno de la Policía Turística y otro de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), que también alberga a varios organismos de seguridad como la Dirección Central de Investigación (Dicrim).
¡Quédese en casa!
Las iglesias protestantes de Verón-Punta Cana desarrollan una campaña dirigida a garantizar que el día de la marcha la circulación de haitianos y dominicohaitianos sea reducida a cero, declaró Wilson Chal, coordinador de una organización de 29 pastore.
Incluso, los obreros deberán abstenerse de ir a sus centros de trabajo, de manera que los manifestantes tengan “cancha abierta” y se entiendan con la Policía y la guardia, dijo Chal en la reunión con Chandrai Estévez, la viceministra de Interior y Policía.
El dirigente comunitario Santiago Molina dijo en esa reunión que ha tenido contactos con los dirigentes de las organizaciones cívicas de Verón-Punta Cana, lo mismo que de El Hoyo de Friusa, “de manera que podamos hacer realidad la orientación de que circule el próximo domingo (el día de la marcha) la menor cantidad de personas de piel negra, incluso, que puedan ser confundidas con haitianos”.
La cantidad de haitianos
Hasta la fecha, no existen encuestas ni estudios científicos que determinen con exactitud el porcentaje de ciudadanos haitianos en la zona conocida como El Hoyo de Friusa, en Punta Cana, ni el impacto real de su participación en la economía informal de esta comunidad, aunque se reconoce como significativa, declaró la Fundación Zile en un comunicado reciente.
“Tampoco hay datos oficiales comparativos sobre los niveles de criminalidad o violencia en relación con otros barrios vecinos”.
Para esa institución, cualquier afirmación sobre estos temas sin base en investigaciones rigurosas puede alimentar percepciones erróneas y generar tensiones innecesarias.
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