Hoy se cumplen seis años de la promulgación de la Ley 340-19 de Mecenazgo Cultural, que marcó un antes y un después en la política cultural dominicana al crear un modelo de financiamiento mixto para las artes y las industrias creativas.
En este período, destacan avances como la constitución de la Dirección General de Mecenazgo (DGM), la certificación de más de un centenar de proyectos culturales y la puesta en marcha de programas de formación para gestores. También se celebró la primera convocatoria nacional en 2023, con más de 100 proyectos certificados en literatura, danza, música, gastronomía, teatro, patrimonio, artes visuales y nuevas tecnologías.

Sin embargo, persisten obstáculos importantes. El marco fiscal actual reduce los incentivos a las empresas para invertir en cultura, limitando la efectividad de la ley como herramienta de fomento. Plataformas como Gestor Cultural RD reclaman una reforma que transforme la deducción en crédito fiscal y eleve el beneficio al 5 % de la renta imponible, siguiendo modelos de países como Argentina, México y Colombia.
El director de la DGM, Henry Mercedes Vales, subrayó que “el verdadero valor del mecenazgo no es solo financiero, sino simbólico. La diversidad es riqueza, y la ley debe garantizar que los fondos lleguen a expresiones culturales muy distintas, desde el teatro comunitario hasta la innovación digital”.
Desde el Ministerio de Cultura, bajo la dirección de Roberto Ángel Salcedo, se han convocado mesas de trabajo con empresarios, legisladores y gestores para mejorar la normativa y consolidar la cultura como política de Estado.
A seis años de su promulgación, la Ley de Mecenazgo representa un logro institucional, pero también un reto pendiente: transformar la cooperación entre Estado, empresas y comunidades en un motor sostenible de desarrollo social y económico.
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