La comunidad de Don Bosco, en pleno corazón de la ciudad capital y con uno de los depósitos de agua potable en su zona, enfrenta desde hace semanas una severa crisis por la escasez de agua potable, lo que afecta a hogares y comercios.

La situación se atribuye a una aparente baja presión en las bombas que abastecen la zona, lo que ha limitado drásticamente el suministro regular.

Según la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), la avería se debe a fallas en los rodamientos y en un piñón de acero estriado de una válvula crucial, ubicada en la calle Doctor Tejada Florentino.

Según una nota de prensa, este desperfecto impide el correcto funcionamiento de la válvula, restringiendo el paso de agua no solo hacia Don Bosco, sino también a sectores aledaños como Ciudad Colonial, Gascue, Ciudad Nueva y Villa Francisca.

La institución informó que los trabajos de reparación iniciaron el sábado, pero hasta este lunes, la solución aún no se había concretado, prolongando la angustia de los residentes.

Tanto los vecinos como Acento contactaron a la CAASD para conocer detalles sobre la situación de hace semanas, pero la institución solo ofreció información relacionada con la avería iniciada el sábado.

Denuncias y medidas desesperadas

La falta de agua ha generado un verdadero calvario para los habitantes de Don Bosco, especialmente para los adultos mayores y personas con movilidad reducida.

Margarita Almanzar, de 77 años y miembro de la junta de vecinos, ejemplificó esta dura realidad: a pesar de pagar puntualmente el servicio, debe bajar a la calle para recoger agua en cubetas.

Margarita informó que las viviendas afectas se encuentran en las calles San Juan Bosco, Rocco Cochía, La Francia y la Doctor Delgado.

“Es un daño psicológico ver los dos grandes tanques de agua todos los días y no tener agua”, dijo frustrada.

María de León, residente de la zona, informó que fuera del reciente decaimiento, la escasez como tal, no es un problema reciente, sino que se ha prolongado por más de un año.

María atribuyó esta situación a cambios en el sistema de distribución de agua relacionados con los contadores, lo que ha forzado a algunos vecinos a incurrir en gastos adicionales para costear camiones cisterna y asegurar el abastecimiento mínimo.

Concepción y José, otros residentes afectados, relataron que el suministro de agua se ha reducido a solo dos días a la semana, con periodos críticos de "hasta quince días sin una gota".

Ante esta "situación desesperante", ellos y varios vecinos se "han visto obligados" a instalar las llamadas bombas ladronas en un intento por compensar la baja presión y lograr llenar parcialmente sus tanques domiciliarios.

Una fuente anónima informó a Acento que la raíz del problema podría ser el presunto apagado de las plantas de bombeo del sector debido a reparaciones, y que los problemas de presión provocaron que los tanques de almacenamiento permanezcan vacíos hasta hoy.

Actualmente, el suministro se programa únicamente para los jueves y domingos hasta las 2:00 p.m., resultando en tinacos que apenas alcanzan a llenarse a medias.

Los residentes claman por soluciones inmediatas y una comunicación más transparente por parte de las autoridades sobre los plazos de reparación.

Julio Solano

Periodista y poeta

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