Con gritos de indignación, familiares de Maireny Mateo, de 28 años, reaccionaron este jueves al conocer que la jueza Fátima Veloz impuso una garantía económica de un millón de pesos contra Rosa María Apolinar, de 26 años, quien confesó haberla matado durante una riña ocurrida el pasado 7 de julio en el sector San Miguel del kilómetro 8 ½ de la carretera Sánchez, en el Distrito Nacional.
“¡Asesina! ¡Asesina! ¡Ya se va para su casa!”, gritaron los parientes tras escuchar la decisión judicial que favorece a Apolinar debido a su condición de embarazo.
Mientras tanto, su madre, Rosi Rafaela Pulinario, de 43 años, también implicada en el hecho, fue enviada a prisión preventiva por tres meses, a cumplir en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres.
Según las autoridades, el homicidio estuvo motivado por un conflicto de celos, ya que Rosa María mantenía una presunta una relación sentimental con el esposo de Maireny Mateo.
De acuerdo con el relato de María Castillo, tía de la víctima, ambas mujeres eran amigas. Detalló que su sobrina se encontraba ayudando a Rosa María Apolinar a buscar trabajo. Sin embargo, habría descubierto llamadas entre su esposo y Rosa María, lo que desencadenó el conflicto.
La imputada se presentó voluntariamente a la Policía Nacional el mismo día del hecho, alegando que Maireny Mateo la atacó por la espalda con un cuchillo y que actuó en defensa propia.
No obstante, esta versión fue rechazada por Madresa Mateo García, madre de la fallecida, quien afirmó que su hija fue sorprendida camino al trabajo por Rosa María y su madre, iniciando una agresión directa que concluyó con su muerte.
El informe policial confirma que ambas acusadas fueron arrestadas mediante orden judicial, tras ser identificadas como responsables del crimen.
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