Los espaillasentes continúan creando oportunidades de negocio para la comunidad local y fomentando el sector turístico y agropecuario de la provincia ubicada en el Norte de República Dominicana. Emprendedores abren cafeterías o negocios de artesanía, demostrando que es posible crear microempresas de manera sostenible generando un impacto positivo en la sociedad y el ambiente.

Estos emprendedores llevan su pasión por la gastronomía a un nuevo nivel, creando espacios únicos e innovadores que agregan valor que va más allá que una taza de café, una producción agropecuaria y una "agüita" de coco.

Y no es para menos. El 63% de los adultos reconocen tener un espíritu emprendedor, es decir, tienen la intención de desarrollar negocios que aumenten sus ingresos, mejorar su calidad de vida y aportar al desarrollo del país, según el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM).

De la tierra a la mesa

“Una taza de café”, “¿No hay café?”, “Vamos por un café”, son algunas de las expresiones de la mayoría de los dominicanos tomadores de este grano tostado. Su líquido marrón, de sabor amargo que suele ser acompañado con pan, es fuente de emprendimiento en el renglón de hoteles, bares y restaurantes.

Jazmín Batista es la propietaria de 20 grados. “Cada vez que viajamos nos llama mucho la atención la gastronomía de cada país, pues nos inclinamos y quisimos implementar un restaurante dedicado al café, porque la comida nos apasiona mucho”, comentó.

El café dominicano se extiende. El país consolidó divisas por US$ 20 millones por la exportación de 77,633 quintales entre 2015 y 2021, según el Instituto Dominicano de Café (Indocafé). Además, el largometraje “Colao 2” (2023), de Frank Perozo, llegó a las salas de cine de Estados Unidos.

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Jazmín Batista, propietaria de 20 grados. | Fuente Karla Alcántara.

“Siempre hay que trabajar para dar lo mejor de nosotros y brindar buenos productos al consumidor frecuente, pero, también a ese potencial cliente que nos visita por primera vez. No para competir, sino para añadir una opción para los turistas nacionales y extranjeros que buscan disfrutar una taza de café”, consideró.

Para Batista, la industria turística permite a los dominicanos encontrar un nicho para el emprendimiento, desarrollar nuevas habilidades y aportar a la economía. De acuerdo con el Ministerio de Turismo (Mitur), el país recibió 8,474,649 pasajeros vía aérea en 2023, con una proyección de gasto de US$ 130, en promedio y por día, durante su estancia de ocho noches.

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El restaurante está ubicado en Moca, Espaillat. | Fuente Karla Alcántara.
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20 grados es un restaurante especializado en café, postres y waffles. | Fuente Karla Alcántara.

Nada se desperdicia

Con cáscara gruesa, que mide entre 20 y 30 centímetros y un peso aproximado de 2.6 kilogramos, los dominicanos encuentran en el coco una bebida refrescante. Por su sabor natural, la producción de esta fruta tiene participación en la canasta alimentaria de los 11.5 millones de dominicanos.

Esto sucede con la empresa Arteco, de Marino Brito, quien considera que la fruta es mucho más que “una agüita de coco”, sino una fuente para generar ingresos y más de 10 puestos laborales locales. “Con la jícara se elaboran vasijas, cucharas, aretes, pulseras y hebillas, de todo lo que piense en artesanía el cliente se puede elaborar a base de la materia prima del coco”, afirmó.

Nagua en María Trinidad Sánchez es el lugar donde Brito compra la materia prima. En un saco puede encontrar entre 30 y 70 unidades de coco, según su tamaño y peso. Mientras, su hijo puede realizar hasta 500 mariposas en una jornada laboral, monto que aumentará a disminuirá dependiendo de la agilidad.

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Heredero y artesano de Arteco, emprendimiento ubicado en Moca, Espaillat. | Fuente Karla Alcántara.

“Ser artesano es tener una experiencia muy bonita, se siente bien ver una pieza única con una representación cultural y que las personas la compren para llevárselas hasta el exterior”, comentó.

Debido a la siembra de 44,344 tareas en 2022, los cocoteros cosecharon 840,844 tareas, acción que permitió una producción de 10,401,380 quintales de coco, conforme datos del Ministerio de Agricultura.